martes, 4 de noviembre de 2008

Desaceleración e innovación

Las noticias que llegaron sobre el PIB de EE.UU. confirman las expectativas sobre el comportamiento de esa economía. La contracción del PIB para el tercer trimestre del 2008 de 0,3% ha sido la más grande desde la última recesión de ese país presentada en el 2001. Pero la parte más preocupante es la caída en el gasto de los hogares de un 3,1%, caída que es la más grande desde el segundo trimestre de 1980.

Esta caída en el gasto de los hogares implica que el motor de crecimiento de esa economía se ha apagado y por eso, la demanda por nuestras exportaciones será menor.

Por otro lado, el precio de nuestras exportaciones tradicionales también va en caída, lo que implicará un menor valor de las exportaciones en dólares.

La caída en el consumo de los hogares norteamericanos tendrá efectos sobre la economía colombiana.

También es claro que, si bien la economía colombiana verá afectado el comportamiento de su PIB, no se presentará una recesión sino una desaceleración del PIB.

La diferencia parece simplemente un juego de palabras, pero no lo es. Una recesión corresponde a una disminución en el valor de los bienes y servicios producidos en un país. En especial, la Oficina Nacional de Investigaciones Económicas de los Estados Unidos define una recesión como una diminución del PIB por dos trimestres consecutivos o más. De hecho, en la historia reciente de Colombia, y siguiendo esta definición, la única recesión se presentó durante el periodo comprendido entre el tercer trimestre de 1998 y el segundo trimestre del 1999.

Mientras que una desaceleración de la economía es un crecimiento, aún positivo, menor que el período anterior; estos episodios de desaceleración en la economía son relativamente comunes en Colombia.

La desaceleración de la economía no es tan grave como una recesión, pero implica un reto para el tejido empresarial colombiano. Es inevitable esperar la desaparición de algunas empresas, en especial las pymes que son más vulnerables a estos procesos de desaceleración, por eso tendrán que enfrentar un ambiente internacional hostil restricciones de crédito interno y una demanda menos dinámica que en otros años.

Este ambiente no es la hecatombe, pero implica un gran reto. Aquellas pymes que tengan procesos productivos eficientes, innovadores y flexibles pasarán el examen, aquellas que no hicieron bien la tarea durante los años de crecimiento probablemente no pasarán el examen.

Afortunadamente aún existe tiempo para enderezar el rumbo de las organizaciones que no han hecho la tarea. La innovación y la tecnología son la clave. Un buen ejemplo de cómo emplear la tecnología para hacer eficientes los procesos productivos es presentado por Don Tapscott y Anthony Williams en su libro Wikinomics.

La tecnología, el conocimiento de dominio público, y la capacidad de formar redes entre pymes es la mayor arma disponible para que las pymes se sobrepongan a la desaceleración de la economía.

Hoy en día la tecnología disponible permite que un individuo o pyme cree una innovación en cualquier lugar del mundo y colabore con otras organizaciones alrededor del mundo. El tamaño de la organización no es tan importante como su capacidad de asociarse con otras para crear valor y el potencial de una buena idea.

ESTE ARTÍCULO FUE PUBLICADO EN EL DIARIO EL PAIS (Noviembre 4 de 2008)

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