martes, 24 de febrero de 2009

Fomento a las Pymes: ¿La herramienta que falta para enfrentar la desaceleración?

La Cepal acaba de publicar un estudio que recopila las medidas anunciadas hasta el 30 de enero de 2009 por 31 países de Latinoamérica y el Caribe para encarar los vientos de crisis que soplan en el mundo. Si bien el impacto del ambiente turbulento es diferente para cada país de la región, se pueden encontrar algunas similitudes: i) una disminución en la demanda de sus productos y servicios de exportación, ii) dificultad creciente para encontrar financiación en los mercados internacionales, y iii) presión sobre los mercados locales de divisas por la salida de capitales de la región. Este ambiente externo hostil para la región afecta las expectativas de los ciudadanos sobre el futuro implicando, tarde o temprano, un deterioro en el mercado de trabajo y una caída en el consumo y la inversión interna.
La herramienta de política económica más empleada en la región es la provisión de liquidez en moneda nacional, adoptada por 16 países. Por otro lado, 15 países anunciaron medidas como la disminución de impuestos y/o aumento de subsidios y aumento y/o anticipación del gasto en infraestructura. Las medidas menos populares en la región para afrontar la crisis es el aumento de aranceles o restricciones a las importaciones; medida anunciada únicamente por Ecuador, Argentina y Uruguay.
Entre los países de la región que más medidas han anunciado se destacan Chile y Argentina con 12 herramientas en total. Según la CEPAL, los coleros de la lista son Venezuela, Suriname y Trinidad y Tobago. Países que no han anunciado medidas para enfrentar la crisis.
Por su parte, Colombia ocupa el sexto puesto con 8 diferentes herramientas. Estas herramientas adoptadas por Colombia son: 1) Disminución y/o flexibilización del encaje bancario, 2) Provisión de liquidez en moneda nacional, 3) Aumento y/o anticipación del gasto (infraestructura), 4) Provisión de liquidez en moneda extranjera, 5) Financiamiento a exportadores, 6) Gestión de créditos con las instituciones financieras internacionales, 7) Políticas de estimulo a la construcción de Vivienda y 8) Programas sociales.
Al comparar las herramientas adoptadas por otros países de la región con las adoptadas por Colombia sobresale en nuestro país la falta de una política de incentivos a la Mipyme (Micro, Pequeña y Mediana empresa). El aumento en el fomento de la actividad Mipyme ha sido anunciado por 8 países como parte de la estrategia para afrontar la crisis. De hecho, según diferentes estudios del Banco mundial, el 90% de todas las empresas del mundo son microempresas las cuales acumulan de 20 a 30% de las ventas totales que se realizan en el mundo. Por otro lado, según el mismo Banco Mundial, las PYMEs generan entre el 60 y 80% del empleo de todo el mundo.
En otras palabras las Mipymes soportan gran parte del empleo y el tejido empresarial del mundo y en especial de Latinoamérica y el Caribe. Es apenas razonable esperar que ante momentos de un ambiente hostil las empresas más pequeñas fueran las que cuentan con menos campo de maniobra y sufren más. Así, la ausencia de políticas de fomento a la PYME como parte de los paquetes que afrontan la crisis internacional sobresale en la región. Éste, si bien no es un tema tan “mediático” como los paquetes de política macroeconómica, debe tener un mayor protagonismo en las discusiones por su gran impacto sobre la generación de empleo y de riqueza para la población más desprotegida.

(ESTE ARTÍCULO FUE PUBLICADO EN EL DIARIO EL PAÍS DE CALI EL 24 DE FEBRERO DE 2009)

sábado, 14 de febrero de 2009

En Colombia no habrá corralito

En días pasados he recibido un correo electrónico en forma de cadena que es supuestamente escrito por un directivo de un banco del país. El asunto del correo es ‘Ojo crisis’, y se está regando por la red. No quiero desaprovechar este espacio para aclarar lo errado del correo y de su mensaje apocalíptico.

El correo anuncia la proximidad de un ‘corralito’ bancario en Colombia como el de Argentina en el 2001. Está bien escrito, pero lleno de argumentos descabellados que confunden al público. No hay nada más alejado de la realidad actual de los bancos colombianos que un ‘corralito’. No hay peligro que ocurra en Colombia.

El ‘corralito’ es un término por el cual se conocen a las medidas adoptadas por el gobierno argentino en diciembre del 2001 para evitar la salida masiva de los depósitos de los bancos. Con el ‘corralito’ se limitaba la cantidad de dinero que los ahorradores podían sacar en efectivo. En últimas, el ‘corralito’ intentó evitar el colapso del sistema bancario. Pero, ¿por qué se adoptaron esas medidas?

Es importante recordar dos acontecimientos ‘sui géneris’ en la Argentina del 2001. Por un lado, en Argentina, desde 1991 estaba en vigencia la Ley de Convertibilidad, que implicaba que por cada peso se podía obtener un dólar. Para el 2001, era evidente que la situación fiscal y externa de Argentina no permitiría mantener la convertibilidad por mucho tiempo. Naturalmente, cuando los ciudadanos saben que hoy pueden cambiar sus pesos por dólares en una proporción uno a uno y que de pronto mañana el dólar será más caro, todos saldrán a retirar sus pesos para convertirlos en dólares lo más rápido posible.

Por otro lado, para el 2001 el Gobierno había acumulado una deuda insostenible con los bancos argentinos e internacionales. Se esperaba que el Gobierno declarara el no pago de ésta, lo que implicaría la insolvencia de los bancos. Así, existía una razón de fondo para que los argentinos no quisieran mantener sus ahorros en los bancos. Esto obligó al Gobierno a declarar el ‘corralito’ para salvar el sistema financiero argentino con unos costos sociales muy altos.

Pero la situación actual en Colombia es muy diferente. Los bancos acaban de tener uno de sus mejores años en el 2008, su solvencia es buena y se encuentran bajo la vigilancia de la Superintendencia Financiera. Los depósitos están cubiertos por las reservas y la solidez está garantizada. Es más, en días pasados la Superfinanciera exigió a los bancos que parte de las ganancias del 2008 sean guardadas para blindar aún más el sistema. Las diferencias con el caso argentino son abismales.

No hay que entrar en pánico por correos malintencionados, lo mejor que se puede hacer es borrarlos. El objetivo de esos e-mails es divulgar información falsa y atacar la credibilidad del sistema para crear pánico. Los analistas independientes estamos atentos a encontrar la más mínima señal temprana de problemas del sistema financiero, para que éstas puedan ser solucionadas a tiempo.

ESTE ARTÍCULO FUE PUBLICADO EN EL DIARIO EL PAIS DE CALI EL 14 DE FEBRERO DE 2009

lunes, 2 de febrero de 2009

Movilidad es un problema ecónomico

En las dos últimas semanas el tema de la movilidad se discute acaloradamente. El tema lo agitó el anuncio del alcalde Ospina de enviar al Concejo un proyecto de acuerdo para la construcción por el sistema de concesión de una autopista que permita a los automóviles movilizarse de sur a norte en 15 minutos tras el pago de peajes. La administración de Medellín considera una alternativa similar. Y el alcalde de Bogotá tomó la decisión de aumentar el horario del pico y placa.

La movilidad martiriza a los ciudadanos de las grandes ciudades al hacer cada vez más complicado el desplazamiento al interior de éstas. El problema de la falta de movilidad no es únicamente las molestias asociadas o el no poder emplear el carro. Por el contrario, los problemas de la movilidad son de múltiples dimensiones, en especial el económico.

La disminución de la movilidad hace que las distancias se hagan cada vez “más grandes”. Ejemplo: Ciudadanos que tardaban 30 minutos en sus desplazamientos del punto A al B, gracias a la disminución de la movilidad tardan ahora más tiempo para realizar el mismo desplazamiento. Así, la disminución de la movilidad “alarga las distancias”. Si bien se recorren los mismos kilómetros, el tiempo de desplazamiento aumenta. Es decir, la distancia económica aumenta.

De hecho, mayores distancias económicas implican trabas para el desarrollo económico de las ciudades. Precisamente, el último informe sobre el desarrollo mundial del Banco Mundial (Una nueva Geografía Económica) encontró, tras un proceso de investigación, que los países de fuerte crecimiento reciente tienen en común tres grandes transformaciones: i) mayor densidad en las ciudades, ii) distancias económicas menores, y iii) menos trabas al desplazamiento.

La densidad implica que hay más hogares y establecimientos comerciales y productivos por metro cuadrado. Las menores distancias económicas implican un menor tiempo para que los ciudadanos se movilicen entre sus hogares, puestos de trabajo y lugares de compra, entre otros. Así mismo, los menores tiempos de desplazamiento permiten que los costos de producción disminuyan y se presenten más interrelaciones entre los diferentes negocios de una ciudad. Menos trabas al desplazamiento implican la facilidad para desplazarse desde cualquier lugar de la ciudad a otra, ya sea que se cuente con transporte privado o público.

La movilidad permite que todos los ciudadanos, sin importar si tienen o no un vehículo, se puedan desplazar entre los diferentes puntos de la ciudad en el menor tiempo posible. La movilidad permite que un ciudadano aproveche una posibilidad de empleo en cualquier lugar de la ciudad, que un empresario tenga las posibilidades de negocios en cualquier lugar de la ciudad. Así, la movilidad permite ofrece más posibilidades de generación de riqueza en una ciudad.

La discusión de las nuevas obras viales, de una autopista de alta velocidad con peajes, el MIO y medios de transporte complementarios como el metro-cable o un tren de cercanías tiene implicaciones vitales para la prosperidad económica de la ciudad. La competitividad futura de nuestra ciudad, en buena parte, depende de la seriedad con que se afronte esta discusión y de las decisiones que se tomen.

ESTE ARTÍCULO FUE PUBLICADO EN EL DIARIO EL PAIS (Febrero 2 de 2009)