sábado, 21 de marzo de 2009

La enseñanza de la Econometría en el pregrado: ¿Cuál debería ser su objetivo?

Es innegable la gran importancia que tiene la econometría en el ejercicio profesional de los economistas que se dedican a la investigación empírica. En estos momentos es difícil pensar proyectos de investigación aplicada que no empleen alguna de las técnicas estadísticas comunes en la profesión. No obstante, es importante anotar que los economistas que se dedican a la investigación son la minoría, y con un nivel de formación igual o superior a una maestría. Si bien no existen cifras claras, intuitivamente parece evidente que buena parte de los egresados de los programas de economía del país se dedican a actividades diferentes a la investigación. Este hecho hace relevante discutir ¿cuál es el objetivo principal de estos cursos? y ¿cuál debería ser el alcances de los cursos de econometría de pregrado? Esta pregunta es aún más relevante al considera la reflexión del profesor Kalmanovitz en su artículo de Opinión de la última versión de este boletín en la que afirma: “el curriculo colombiano está lleno de materias profesionales con cursos bastante avanzados de teoría y econometría”.

En mi opinión el aporte de la enseñanza de la econometría en un curriculum de pregrado radica en dos puntos de vital importancia: i) introducir una herramienta metodológica, con sus bondades y limitaciones, que permite cuantificar los modelos teóricos estudiados en los otros cursos y ii) introducir al futuro economista al lenguaje empleado en los estudios de corte econométrico.

Es imposible pretender brindar en uno o dos cursos de pregrado las herramientas necesarias para que el estudiante se convierta en un economista con capacidad de enfrentar los problemas relativamente comunes que se presentan en la estimación de modelos econométricos. Así los cursos de econometría de pregrado no pueden tener como objetivo formar expertos econometristas.

Dos objetivos más acordes con la formación de pregrado pueden ser i) brindar al estudiante la capacidad de interpretar los resultados de un modelo estimado por un tercer y ii) brindar la capacidad de realizar las preguntas relevantes para determinar la pertinencia estadística y económica los modelos estimados.

En ese orden de ideas, el acento en la formación de pregrado en econometría debería ser más en el cómo se interpretan los resultados, que en el cómo se calcula. Nuestros estudiantes, comúnmente tienen una formación en cursos teóricos de macroeconomía, microeconomía y economía internacional que brindan una buena intuición para interpretar el entorno. Y esto va acorde con el tipo de tareas que desarrollarán en su carrera profesional. Esta formación les permite a nuestros profesionales seguir las discusiones entre analistas y hacedores de política de tal manera que se pueda formarse un criterio propio del acontecer económico.

Por otro lado, los resultados de los proyectos de investigación consignados en artículos econométricos no parecen tener una gran difusión entre la comunidad de economistas. Una de las razones puede ser que la gran mayoría de los investigadores que emplean métodos econométricos parecen hablar un idioma totalmente diferente al resto de los colegas. Las conclusiones de estos estudios no parecen difundirse por la comunidad de economistas como se esperaría. Esto se podría evitar formando economistas que puedan comprender el lenguaje de los documentos empíricos de corte econométrico, haciendo más énfasis en la interpretación de los cálculos que en el cómo se calcula. Muy posiblemente, será más útil en la vida profesional de la mayoría de los economistas aprender a interpretar los resultados de los documentos econométricos que aprender a realizar los cálculos “avanzados” que se emplean en ellos.

(ESTE ARTÍCULO FUE PUBLICADO EN EL BOLETÍN #2 DE AFADECO MARZO DE 2009)

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