jueves, 7 de octubre de 2010

¿Quitar ceros a los billetes?

En el congreso están en trámite varios proyectos de Ley que tienen implicaciones fiscales y que podrían tener efecto sobre las finanzas públicas del país. Entre estos proyectos está el de la creación del Nuevo peso colombiano. Este proyecto de Ley tiene como objetivo crear una nueva moneda para Colombia. La idea es quitarle 3 ceros a todos los precios, facturas, monedas y billetes. Así, de ser aprobado el proyecto de Ley, un salario mensual de 1,000,000 de pesos sería de 1,000 nuevos pesos y por ejemplo un billete de 50 mil pesos sería remplazado por un billete de 50 nuevos pesos.
Este tipo de medidas usualmente se implementan en países que tienen fuertes procesos inflacionarios en los cuales los precios crecen tanto que la cantidad de ceros hacen inmanejable cualquier cálculo cotidiano. La medida se emplea convencionalmente para disminuir los costos en que incurren los ciudadanos para llevar la contabilidad y para simplificar la vida. En otros casos, se emplea como una medida desesperada para frenar la inflación. Para no ir muy lejos, México adoptó una medida similar a partir del primero de enero de 1993, tras experimentar una fuerte inflación durante los años ochenta y no poder realizar sus pagos de deuda externa en 1982. Por otro lado, nuestro vecino Venezuela estrenó el Bolívar fuerte el primero de enero de 2008. En últimas, el Bolívar fuerte implicó lo mismo que se espera con el proyecto de Ley en Colombia, quitarle tres ceros a todos los precios. Bueno, y la historia de la economía venezolana es bien conocida. La verdad no parece que este cambio haya cambiado algo sustancial en el maltrecho aparato productivo del vecino o haya frenado la inflación relativamente alta.

¿Es conveniente esta medida para Colombia? ¿Para qué la medida? La verdad es que si se adopta la medida no es para disminuir la inflación. El crecimiento de los precios está controlado. ¿Para facilitar el cálculo de las personas y la contabilidad? Puede ser. Pero, ¿vale la pena?
Según un estudio reciente del Banco de la República, la medida tendría un costo de 22 mil millones de pesos. Estos costos implican la elaboración de nuevas planchas para los nuevos billetes y la impresión de los mismos, así como nuevos moldes para las monedas y la acuñación de éstas. También las campañas educativas para explicarle a toda la ciudadanía lo que ocurrirá y que realmente no tendrá muchos efectos prácticos. Si la Ley fuese aprobada, con seguridad se necesitarán un período de dos a cuatro años para que se realice finalmente la transición entre el peso actual y el nuevo peso colombiano. En ese periodo estaríamos empleando los billetes y monedas actuales y los nuevos sin los tres ceros. Esto podrá causar alguna confusión, pero finalmente nos acostumbraremos.

De hecho, si hay un momento adecuado para hacer el cambio y quitar los tres ceros sería ahora. Pero me surgen varias preguntas. ¿No sería mejor que el congreso discutieras proyectos de Ley que resuelva problemas estructurales de la economía colombiana? ¿Esos de 22 mil millones de pesos no estarían mejor invertidos en otros asuntos? ¿A caso no hay otros problemas más apremiantes como el empleo o la revaluación? La verdad no es claro porque el Congreso tiene que destinar su tiempo a una Ley tan inocua cuando existen otras prioridades y reformas estructurales prioritarias.

(Este artículo de opinión fue publicado en el diario el País de Cali el 7 de octubre de 2010)

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