lunes, 2 de febrero de 2009

Movilidad es un problema ecónomico

En las dos últimas semanas el tema de la movilidad se discute acaloradamente. El tema lo agitó el anuncio del alcalde Ospina de enviar al Concejo un proyecto de acuerdo para la construcción por el sistema de concesión de una autopista que permita a los automóviles movilizarse de sur a norte en 15 minutos tras el pago de peajes. La administración de Medellín considera una alternativa similar. Y el alcalde de Bogotá tomó la decisión de aumentar el horario del pico y placa.

La movilidad martiriza a los ciudadanos de las grandes ciudades al hacer cada vez más complicado el desplazamiento al interior de éstas. El problema de la falta de movilidad no es únicamente las molestias asociadas o el no poder emplear el carro. Por el contrario, los problemas de la movilidad son de múltiples dimensiones, en especial el económico.

La disminución de la movilidad hace que las distancias se hagan cada vez “más grandes”. Ejemplo: Ciudadanos que tardaban 30 minutos en sus desplazamientos del punto A al B, gracias a la disminución de la movilidad tardan ahora más tiempo para realizar el mismo desplazamiento. Así, la disminución de la movilidad “alarga las distancias”. Si bien se recorren los mismos kilómetros, el tiempo de desplazamiento aumenta. Es decir, la distancia económica aumenta.

De hecho, mayores distancias económicas implican trabas para el desarrollo económico de las ciudades. Precisamente, el último informe sobre el desarrollo mundial del Banco Mundial (Una nueva Geografía Económica) encontró, tras un proceso de investigación, que los países de fuerte crecimiento reciente tienen en común tres grandes transformaciones: i) mayor densidad en las ciudades, ii) distancias económicas menores, y iii) menos trabas al desplazamiento.

La densidad implica que hay más hogares y establecimientos comerciales y productivos por metro cuadrado. Las menores distancias económicas implican un menor tiempo para que los ciudadanos se movilicen entre sus hogares, puestos de trabajo y lugares de compra, entre otros. Así mismo, los menores tiempos de desplazamiento permiten que los costos de producción disminuyan y se presenten más interrelaciones entre los diferentes negocios de una ciudad. Menos trabas al desplazamiento implican la facilidad para desplazarse desde cualquier lugar de la ciudad a otra, ya sea que se cuente con transporte privado o público.

La movilidad permite que todos los ciudadanos, sin importar si tienen o no un vehículo, se puedan desplazar entre los diferentes puntos de la ciudad en el menor tiempo posible. La movilidad permite que un ciudadano aproveche una posibilidad de empleo en cualquier lugar de la ciudad, que un empresario tenga las posibilidades de negocios en cualquier lugar de la ciudad. Así, la movilidad permite ofrece más posibilidades de generación de riqueza en una ciudad.

La discusión de las nuevas obras viales, de una autopista de alta velocidad con peajes, el MIO y medios de transporte complementarios como el metro-cable o un tren de cercanías tiene implicaciones vitales para la prosperidad económica de la ciudad. La competitividad futura de nuestra ciudad, en buena parte, depende de la seriedad con que se afronte esta discusión y de las decisiones que se tomen.

ESTE ARTÍCULO FUE PUBLICADO EN EL DIARIO EL PAIS (Febrero 2 de 2009)

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