lunes, 12 de septiembre de 2011

Colombia: ¿tres ceros menos en los billetes?

Ante el congreso de la República de Colombia, están en trámite varios proyectos de ley que podrían cambiar la cotidianidad en el país. Uno de ellos es la creación del nuevo peso colombiano. Este proyecto de ley tiene como objetivo crear una nueva moneda para Colombia. La idea es quitarle tres ceros a todos los precios, facturas, monedas y billetes. Así, de ser aprobado el proyecto de ley, un salario mensual de 1.000.000 de pesos sería de 1.000 nuevos pesos, y por ejemplo, un billete de 50 mil pesos sería remplazado por un billete de 50 nuevos pesos. LEER LA COLUMNA COMPETA EN EL UNIVERSO DE GUAYAQUIL (ECUADOR) O EN EL PORTAL AMERICA ECONOMÍA DE CHILE. La columna fue publicad el 12 de septiembre de 2011.

Desempleo en Cali, una triste historía

Desde ya hace unos meses la información económica de la ciudad respecto al empleo contrasta con la información nacional. La economía colombiana genera buenas noticias, no obstante el clima de desaceleración internacional y la incertidumbre del comportamiento de mediano y corto plazo de la economías desarrolladas. En especial, la tasa de desempleo es una de esas variables que finalmente está presentando el comportamiento deseado por el Gobierno Santos.

De hecho los últimos tres meses he escrito columnas muy similares al ver los datos que publica el DANE. Lo que vienen mostrando las cifras del mercado laboral nacional y caleño es lo mismo. En especial hay cinco regularidades que generan una gran preocupación y no dejan de asombrar y asustar.

Primero, mientras la tasa de desempleo nacional cae ( para los meses de mayo a julio bajó de 12,1% en 2010 a 11, 2% en 2011) las locales aumentan. En Cali y su área metropolitana, la tasa de desempleo pasó de un promedio de 15,1% en 2010 a 15,4% en 2011.

Segundo, estamos en la parte baja de la tabla de las ciudades cuando comparamos las tasas de desempleo. Únicamente 5 de las 24 principales ciudades del país tienen tasas de desempleo mayores: Armenia, Quibdo, Popayán, Ibagué y Pereira.

Tercero, mientras que en Cali se pierden empleos, a nivel nacional se están creando empleos. Para el trimestre mayo a julio de 2011, Cali perdió 49 mil empleos si se compara con el mismo periodo de 2010. Pero en las 13 principales ciudades se tienen 454 mil nuevos ocupados, en el mismo período.

Cuarto, la generación de nuevos empleos se sigue concentrando en tres ciudades. El 63,7% de los nuevos ocupados se concentraron en Bogotá, el 16,2% en Medellín y su área metropolitana y el 12,0% en Barranquilla y su área metropolitana. Es decir, entre Bogotá y las áreas metropolitanas de Medellín y Barranquilla se explica el 91.9% del incremento de los ocupados en las 13 principales ciudades. Los nuevos ocupados se están centralizando.

Quinto, las cifras económicas disponibles para la región presentan un fuerte crecimiento de la actividad económica de la ciudad y la región. Las exportaciones de la región están creciendo, la producción industrial está creciendo a un buen ritmo en la región. Sectores tan tradicionales como el de los ingenios está viviendo uno de sus mejores años. La inversión pública se encuentra a niveles nunca vistos en décadas en la ciudad. Y la construcción experimento un crecimiento grande en el primer trimestre de 2011 (aún no está disponible la información del segundo trimestre de este año).

Es decir, mes tras mes pareciese que la economía de la región va bien, pero el empleo no. Está pasando algo delicado, que amerita un plan de choque. Pero el ambiente político de las últimas semanas ha trasladado la atención a la registraduría más que en las propuestas.

Lejos estamos de conocer cuáles son las propuestas de los candidatos a la alcaldía sobre este tema que debería estar en el centro del debate público. En últimas sin empleo no podremos traducir el crecimiento de la ciudad en bienestar para los caleños. Ojalá ésta sea la oportunidad para que el tema se ponga en el centro de la contienda electoral.

(Este artículo de opinión fue publicado en el diario el País de Cali el lunes 12 de septiembre de 2011)

Región Pacifico: Una puerta al comercio exterior.

La región pacífico es una de las regiones del país con mayor potencial a corto plazo. Para hacer el argumento, se podría apelar a cifras como el hecho que esta región produce el 13,5% del PIB nacional, concentra el 17,2% de la población y es responsable de aproximadamente el 16% de las exportaciones nacionales. O que esta cuenta con un importantes anclajes industrial como el establecido en el Cali-Yumbo, y una zona industrial en consolidación como la antigua zona Ley Páez en el norte del Cauca. O que tal vez la agroindustria de mayor potencial en nuestro país a mediano y corto plazo, como lo es la azucarera, se encuentra en casi en su mayoría en esta región. Agroindustria que se ha convertido ahora en un negocio de energía renovable y que puede convertirse en base para una nueva revolución de materiales con los bio-plásticos.

Pero la región tiene otros atractivos, como su riqueza natural que se manifiesta en la biodiversidad de las selvas chocoanas, el potencial agrícola de Cauca, Nariño y Valle del Cauca, así como poseer una de las zonas con mayor cantidad de precipitaciones del mundo. La región también sirve como lugar de nacimiento de las ballenas jorobadas, un ejemplo no solo de la biodiversidad sino también de las potencialidades del ecoturismo que posee la región.

Pero tal vez la característica más importante de la región es su ubicación estratégica. En 2008 y 2009, durante la crisis financiera, los flujos de comercio a nivel mundial no presentaron una debacle gracias al dinamismo de la demanda de los países emergentes. Es más, un estudio del BID publicado este año por los investigadores Talvi e Izquierdo, demostró que los países latinoamericanos que en su mayoría tenía flujos comerciales con los países industrializados fueron aquellos que se vieron afectados en mayor magnitud por la crisis financiera de 2008. Por otro lado, países como Brasil y Colombia que tenían un portafolio de exportaciones más diversificado y que incluían países emergentes, no se vieron afectados sustancialmente por la crisis. En otras palabras, uno de los secretos de la estabilidad de algunos países latinoamericanos fue tener su comercio exterior diversificado.

La coyuntura actual permite vislumbrar que en el mediano plazo los países industrializados, en especial los europeos y los Estados Unidos, experimentarán una desaceleración de su actividad económica; o en el peor escenarios, entrarán en una recesión y por tanto sus socios comerciales sufrirán las consecuencias. Así, el comercio internacional estará jalonado por los países emergentes, de los cuales la mayoría se encuentran en la cuenca del pacífico. Tal vez Brasil es una de las excepciones más grandes.

Así, la cuenca del pacífico será en el corto y mediano plazo una de las regiones con el mayor crecimiento en los flujos de comercio exterior y probablemente el motor del crecimiento de la economía mundial. Entonces, esta región es la puerta del país a los mercados con mayor potencial de crecimiento en el mediano plazo.

Los acuerdos comerciales del país y el futuro TLC con Estados Unidos, así como el acceso de la región a la cuenca del pacífico hacen de la región pacífica una ubicación privilegiada para atraer inversionistas que quieren aprovechar el mercado local y el acceso a la cuenca.

Esto hace que la región pacífica presente un gran potencial para el país. Y en especial el Puerto de Buenaventura, y en menor medida el de Tumaco, se convierten en la punta de lanza del crecimiento del comercio exterior de nuestro país. Pero precisamente esa puerta se convierte en el mayor cuello de botella que tiene el país y la región para aprovechar todo su potencial.

Es bien conocido el atraso de la infraestructura de transporte terrestre que comunica al resto del país con el puerto y la necesidad de ponerse al día con esa tarea se hace inminente si deseamos aprovechar todos los potenciales de la región y en especial queremos aprovechar esa puerta a un comercio exterior dinámico.

(Este artículo de opinión fué publicado en el diario la Republica de la ciudad de Bogotá el viernes 9 de septiembre de 2011)