El sector azucarero colombiano está sufriendo una transformación trascendental, tal vez el mayor cambio experimentado por el sector desde su establecimiento de los primeros genio en el valle geográfico del rio Cauca. De ser un sector concentrado en la producción de azúcar que brinda energía al cuerpo humano, este sector se está convirtiendo en un sector que produce energía para mover carros con alcohol carburante y el aparato productivo colombiano por medio de la cogeneración de energía eléctrica.
El alcohol carburante sin lugar a dudas ha cambiado totalmente la perspectiva del negocio. El sector azucarero colombiano se caracteriza durante los años corridos de esta década por presentar un tonelaje de caña molina estable alrededor de 20.7 millones de toneladas año. En los primero 5 años de la década, en promedio el 55,2% de las ventas de azúcar correspondieron al mercado interno y el resto a exportaciones. Este sector aparentemente había alcanzado un punto de estabilización en su producción y las perspectivas de crecimiento se veían limitadas. Las únicas esperanzas de crecimiento del sector eran la demanda interna de azúcar y los aumentos de productividad tanto en campo como en el ingenio. Pero estas dos fuentes de crecimiento no son permanentes e implican la inversión de muchos recursos.
El alcohol carburante ha cambiado la perspectiva del negocio. Si bien las tierras para cultivar caña en el valle geográfico del rio Cauca se encuentran casi en su totalidad ocupadas, la producción de alcohol carburante que inició en Octubre de 2005 ha generado un nuevo impulso al sector. La producción de Etanol comenzó con dos ingenios destilando y ya para marzo de 2006 entraron en operación las tres destiladoras más. En estos momentos, las 5 destilerías producen el alcohol carburante que se emplea en el 70% del mercado nacional con una mezcla de 10% de este combustible renovable y 90% gasolina. Así, aún existe espacio para el crecimiento cubriendo una mayor parte del mercado interno y aumentando la mezcla. Por ejemplo, en Brasil se emplea una mezcla que en promedio corresponde a 40% etanol y 60% gasolina.
Pero si los biocombustibles le han dado un segundo aire al sector, el futuro es aún más esperanzador para el sector. En los próximos años se presentará un cambio aun más drástico en el sector de la mano de los biopolímeros. En otras palabras, plásticos producidos a partir de la biomasa de la caña de azúcar podrán remplazar en menos de una década algunos tipos de plásticos derivados del petróleo. Si bien en la actualidad el comportamiento de los biopolímeros no es tan bueno como el de los polímeros del petróleo, muy posiblemente en pocos años la historia cambiará. Por el momento los bioplasticos son permeables por el agua, pero aún así ya en Europa este tipo de plásticos representan el 60% de las ventas del mercado de material biodegradable. Por ahora, los usos más comunes del bioplástico son los empaques como las bolsas; pero ya en Japón son empleados en la fabricación de productos electrónicos y automóviles. El potencial del sector azucarero colombiano es muy grande en este frente si se realiza las inversiones necesarias en investigación y desarrollo para transformar las fértiles tierras del valle del rio Cauca en productoras de energía y plástico biodegradable. Es más, la posibilidad de crear un “nuevo” cluster del azúcar asociado a los biopolímeros es una oportunidad que el suroccidente colombiano no puede dejar pasar.
(Este artículo fué publicado en el Diario la República el 29 de abril de 2009)
jueves, 30 de abril de 2009
Una semana llena de noticias más agrias que dulces para la economía colombiana
Esta semana (la semana del 20 al 26 de marzo de 2009) ha sido una semana llena de noticias económicas. Lastimosamente las noticias ratifican que este año será el más complicado de lo corrido del siglo. El lunes, el DANE divulgó los resultados de la Muestra Mensual de Comercio al por Menor. Las ventas del comercio minorista disminuyeron 4,1% con referencia al mismo mes de 2008 y el empleo del sector disminuyó en un 1.2%.
El mismo lunes, el DANE informó que la producción industrial disminuyó entre febrero de 2009 y febrero de 2008 en 12.9%, las ventas disminuyeron en 10.6% para el mismo período. Y durante los últimos 12 meses el empleo total del sector industrial disminuyó en 6,8%. La noticia es aún peor si se consideran los obreros, los cuales disminuyeron en 8.3 % durante el último año. Los sectores de la industria que presentan las caídas en el empleo más grandes del sector industrial son el automotriz y el que manufactura partes y piezas de carpintería para construcciones con caídas en el número de obreros de 35,1% y 35,6%, respectivamente.
Precisamente esta última cifra no parece sorpresiva a la luz de las nuevas noticias que nos dio el DANE el martes respecto al sector de la construcción: durante los dos primeros meses de 2009 se aprobaron 32,7% m2 menos que en el mismo en 2008. Y más preocupante aún, los metros cuadrados licenciados de Vivienda de Interés Social disminuyeron en un 28,9% durante el mismo periodo. Así, es claro que el sector de la construcción entró en una clara contracción así como el sector industrial
De hecho, estas noticias se reflejan en una noticia que recibimos el miércoles. El Fondo Monetario Internacional (FMI) modificó por segunda vez sus proyecciones de crecimiento para la economía global. En especial, para el caso de Colombia, el FMI bajo su proyección de crecimiento para el 2009 de 2.5% a 0% y para el 2010 de 3,5% a 1,3% para 2010. Y para completar el mismo miércoles inició el paro del sector transporte que amenaza ser de las mismas magnitudes del paro del año anterior que trajo grandes trastornos al país.
Algunos economistas catalogarían dos noticias de esta semana como malas, pero para mí son buenas nuevas. Primero, el lunes el Banco de la República y el Ministerio de Hacienda solicitaron al FMI un cupo de préstamo por US$ 10.400 millones. Esta línea de crédito implica algo así como la posibilidad de tener un cupo de sobregiro, en caso que la entrada de dólares no sea suficiente para garantizar el funcionamiento de la economía colombiana. En otras palabras, la línea de crédito permite “blindar” la balanza de pagos del país, dando confianza a los inversionistas y empresarios tanto nacionales como internacionales. La otra noticia nos llegó el miércoles: Hillary Clinton declaró frente al congreso de su país que Colombia estaba realizando grandes avances que permitirían el TLC. Este pequeño guiño hace pensar que el TLC no está totalmente muerte en Washington.
Finalmente, el martes conocimos una noticia que hace unas décadas y en otra circunstancias hubiese sido la noticia económica más importante del año. Los caficultores colombianos están atravesando una mini-bonanza. El precio internacional del café alcanzó $1,80 dólares, cotización que no se presentaba desde comienzos de 1998. La buena noticia es que este alto precio coincide con la época de recolección de cosechas en Huila, Tolima, Cauca y Nariño.
Esta semana ha sido agitada, y eso que no mencione el anuncio de bajar la gasolina en 400 pesos por galón. Afortunadamente no todas son malas noticias.
El mismo lunes, el DANE informó que la producción industrial disminuyó entre febrero de 2009 y febrero de 2008 en 12.9%, las ventas disminuyeron en 10.6% para el mismo período. Y durante los últimos 12 meses el empleo total del sector industrial disminuyó en 6,8%. La noticia es aún peor si se consideran los obreros, los cuales disminuyeron en 8.3 % durante el último año. Los sectores de la industria que presentan las caídas en el empleo más grandes del sector industrial son el automotriz y el que manufactura partes y piezas de carpintería para construcciones con caídas en el número de obreros de 35,1% y 35,6%, respectivamente.
Precisamente esta última cifra no parece sorpresiva a la luz de las nuevas noticias que nos dio el DANE el martes respecto al sector de la construcción: durante los dos primeros meses de 2009 se aprobaron 32,7% m2 menos que en el mismo en 2008. Y más preocupante aún, los metros cuadrados licenciados de Vivienda de Interés Social disminuyeron en un 28,9% durante el mismo periodo. Así, es claro que el sector de la construcción entró en una clara contracción así como el sector industrial
De hecho, estas noticias se reflejan en una noticia que recibimos el miércoles. El Fondo Monetario Internacional (FMI) modificó por segunda vez sus proyecciones de crecimiento para la economía global. En especial, para el caso de Colombia, el FMI bajo su proyección de crecimiento para el 2009 de 2.5% a 0% y para el 2010 de 3,5% a 1,3% para 2010. Y para completar el mismo miércoles inició el paro del sector transporte que amenaza ser de las mismas magnitudes del paro del año anterior que trajo grandes trastornos al país.
Algunos economistas catalogarían dos noticias de esta semana como malas, pero para mí son buenas nuevas. Primero, el lunes el Banco de la República y el Ministerio de Hacienda solicitaron al FMI un cupo de préstamo por US$ 10.400 millones. Esta línea de crédito implica algo así como la posibilidad de tener un cupo de sobregiro, en caso que la entrada de dólares no sea suficiente para garantizar el funcionamiento de la economía colombiana. En otras palabras, la línea de crédito permite “blindar” la balanza de pagos del país, dando confianza a los inversionistas y empresarios tanto nacionales como internacionales. La otra noticia nos llegó el miércoles: Hillary Clinton declaró frente al congreso de su país que Colombia estaba realizando grandes avances que permitirían el TLC. Este pequeño guiño hace pensar que el TLC no está totalmente muerte en Washington.
Finalmente, el martes conocimos una noticia que hace unas décadas y en otra circunstancias hubiese sido la noticia económica más importante del año. Los caficultores colombianos están atravesando una mini-bonanza. El precio internacional del café alcanzó $1,80 dólares, cotización que no se presentaba desde comienzos de 1998. La buena noticia es que este alto precio coincide con la época de recolección de cosechas en Huila, Tolima, Cauca y Nariño.
Esta semana ha sido agitada, y eso que no mencione el anuncio de bajar la gasolina en 400 pesos por galón. Afortunadamente no todas son malas noticias.
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lunes, 6 de abril de 2009
El Chance: Un negocio en crecimiento
El chance es un negocio grande y con grandes implicaciones sociales. Para entender su magnitud y popularidad basta con mirar cualquier esquina del país. Las ventas de chance legal representan casi medio punto del PIB Colombiano. En el Valle se vendió, en 2007, chance legal por $292mil millones y en 2008 alrededor de $320 mil millones. Cali representa algo más del 50% de las ventas en el Valle. Éste es el juego de azar con mayores ventas en el departamento, facturando 16 veces más que la las loterías. ¡Este es un negocio grande! Estas magnitudes nos permiten entender un poco el tamaño de este negocio y lo que está en juego en las diputas entre las casas de apuestas en la ciudad de Cali.
Pero este no es sólo un negocio grande para los empresarios del chance, sino también para la salud del departamento. Por cada 100 pesos que se vende en chance, la salud del departamento recibe 12 pesos. El chance entregó a la salud del Valle alrededor de $32 mil millones en 2007 y cerca de $ 35 mil millones en 2008. Por otro lado, el empleo directo e indirecto que genera el chance no es despreciable. Por ejemplo, la empresa GANE quien es la dueña de la concesión de chance para Cali, Jamundí y Yumbo puede tener cerca de 10 mil empleados.
El aspecto social del negocio del chance es aún más interesante. En 2006 el Cienfi realizó un estudio para la Beneficencia del Valle que fue la base para la actual concesión para explotación del chance en el Valle. De nuestro estudio se desprenden resultados interesantes. Se encontró que en Cali el 57,3% de la población mayor de 18 años juega habitualmente chance. Jugar chance es más común entre las mujeres y más común en los estratos de menores ingresos. La motivación para comprar chance es muy clara. Se compra chance para cubrir las emergencias diarias; ganándose el chance nadie saldrá de pobre, pero si resolverá un problema.
Esta última característica del jugador de chance se hace más relevante en la actual coyuntura. Este año se reducirán las remesas que reciben las familias, el desempleo y la informalidad aumentarán; aumentando los hogares con dificultades económicas en Cali. El chance aparece como una tabla de salvación. Apostar pequeños montos (la apuesta más común era de $1.500), con la ilusión de obtener lo necesario para pagar cuentas en la tienda será cada vez más común. En épocas de vacas flacas, el chance es de los pocos negocios que pueden crecer.
El negocio del chance se está transformando rápidamente brindando transparencia a los compradores y al mismo departamento. En los próximos años la totalidad del juego será computarizado, las campañas de mercadeo de fidelización serán más agresivas y la inversión en infraestructura informática de las casa de chance tendrá que aumentar. Las terminales de venta de chance se convertirán en un lugar que concentre otros servicios como la venta de tarjetas prepago para telefonía y el MIO, se pagarán los servicios, etc. Es más, estas terminales se podrán convertir en una oportunidad para aumentar la bancarización en el país con programas como la Banca de las Oportunidades.
El negocio del chance tiene unas buenas perspectivas de crecimiento en éste y los próximos años. Esta es una buena noticia para las maltrechas finanzas del Departamento. Al final, si al negocio del chance le va bien a la salud del Valle le irá bien. Por eso es importante zanjar rápidamente las diferencias entre las casas de apuestas y enfilar toda la energía en continuar el proceso de modernización.
(ESTE ARTÍCULO FUE PUBLICADO EN EL DIARIO EL PAÍS DE CALEL LUNES 5 DE ABRIL DE 2009)
Pero este no es sólo un negocio grande para los empresarios del chance, sino también para la salud del departamento. Por cada 100 pesos que se vende en chance, la salud del departamento recibe 12 pesos. El chance entregó a la salud del Valle alrededor de $32 mil millones en 2007 y cerca de $ 35 mil millones en 2008. Por otro lado, el empleo directo e indirecto que genera el chance no es despreciable. Por ejemplo, la empresa GANE quien es la dueña de la concesión de chance para Cali, Jamundí y Yumbo puede tener cerca de 10 mil empleados.
El aspecto social del negocio del chance es aún más interesante. En 2006 el Cienfi realizó un estudio para la Beneficencia del Valle que fue la base para la actual concesión para explotación del chance en el Valle. De nuestro estudio se desprenden resultados interesantes. Se encontró que en Cali el 57,3% de la población mayor de 18 años juega habitualmente chance. Jugar chance es más común entre las mujeres y más común en los estratos de menores ingresos. La motivación para comprar chance es muy clara. Se compra chance para cubrir las emergencias diarias; ganándose el chance nadie saldrá de pobre, pero si resolverá un problema.
Esta última característica del jugador de chance se hace más relevante en la actual coyuntura. Este año se reducirán las remesas que reciben las familias, el desempleo y la informalidad aumentarán; aumentando los hogares con dificultades económicas en Cali. El chance aparece como una tabla de salvación. Apostar pequeños montos (la apuesta más común era de $1.500), con la ilusión de obtener lo necesario para pagar cuentas en la tienda será cada vez más común. En épocas de vacas flacas, el chance es de los pocos negocios que pueden crecer.
El negocio del chance se está transformando rápidamente brindando transparencia a los compradores y al mismo departamento. En los próximos años la totalidad del juego será computarizado, las campañas de mercadeo de fidelización serán más agresivas y la inversión en infraestructura informática de las casa de chance tendrá que aumentar. Las terminales de venta de chance se convertirán en un lugar que concentre otros servicios como la venta de tarjetas prepago para telefonía y el MIO, se pagarán los servicios, etc. Es más, estas terminales se podrán convertir en una oportunidad para aumentar la bancarización en el país con programas como la Banca de las Oportunidades.
El negocio del chance tiene unas buenas perspectivas de crecimiento en éste y los próximos años. Esta es una buena noticia para las maltrechas finanzas del Departamento. Al final, si al negocio del chance le va bien a la salud del Valle le irá bien. Por eso es importante zanjar rápidamente las diferencias entre las casas de apuestas y enfilar toda la energía en continuar el proceso de modernización.
(ESTE ARTÍCULO FUE PUBLICADO EN EL DIARIO EL PAÍS DE CALEL LUNES 5 DE ABRIL DE 2009)
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