jueves, 19 de abril de 2012
domingo, 15 de abril de 2012
Tareas pendientes del TLC
A estas alturas del año, parece inminente que el TLC con los estados Unidos estará funcionando a más tardar a principios del próximo año. Por fin terminará un proceso increíblemente tortuoso y lento que inició en agosto de 2003 cuando los Estados Unidos anunciaron que iniciarían conversaciones para la firma de un Tratado de Libre Comercio con Ecuador, Perú y Colombia. Pero la tarea no está terminada.
En mayo de 2004 se iniciaron las rondas de negociación. Y desde ese momento para acá ha pasado mucha agua debajo del puente. Ecuador determinó salirse de las negociaciones en noviembre de 2005. Tras discusiones y diferentes rondas de negociación, finalmente el texto del tratado fue suscritos en noviembre de 2006. Es decir, los equipos de negociación de las partes se pusieron de acuerdo a finales de 2006. En ese momento, en principio Colombia y Estados Unidos se pusieron de acuerdo en los términos del tratado.
Normalmente, lo que ocurre después de ponerse de acuerdo es que los respectivos Congresos ratifican los tratados y se pasa a realizar las adecuaciones locales que se necesiten para poner en funcionamiento el trato. Es decir, la negociación termina en antes de la llegada del documento a los Congresos. Y los Congresos ratifican o desaprueban el tratado. Pero en nuestro caso, la situación fue diferente.
En Colombia, el texto del tratado fue aprobado rápidamente por la Cámara de Representantes y posteriormente por el Senado (Junio de 2007). Desde ese momento, tenemos en Colombia la Ley 1143 del 4 de julio de 2007, que corresponde al TLC. Hace ya casi 5 años.
Ahora, el caso de Estados Unidos fue otro cuento totalmente diferente. No obstante los “ruegos” de la administración pasada, el Congreso de Estados Unidos dejó en remojo esta aprobación. Pasaron otros TLC por encima del nuestro por ese Congreso. De hecho antes de iniciar las conversaciones con los países andinos, Estados Unidos contaba con 6 convenios antes de iniciar las negociaciones con Colombia. Hoy Estados Unidos cuenta con 18 tratados de libre comercio funcionando.
Finalmente, en octubre de 2011, tras una renegociación, el Congreso de los Estados Unidos aprobó el tratado. En la última semana, con la aprobación de la Ley para implementación del TLC, parecería que cumplimos con los compromisos adquiridos en las dos instancias de negociaciones previas.
Pero ésta parte de la tarea aún no está terminada. Aún faltan decretos asociados con la actualización aduanera, normas de origen, compras públicas y acceso a mercados, comercio transfronterizo de servicios, entre otros. Es decir, estamos corriendo para cumplir estas tareas que podíamos adelantar y hacer con calma. Había suficiente tiempo.
En otras palabras, el gobierno se está poniendo al día en la legislación. Por otro lado, hay una parte de la tarea de poner a punto el país para el TLC que está a medias y hemos perdido tiempo valioso para hacer esta parte de la tarea. Esa parte era la que el gobierno Uribe llamó la agenda interna. Es decir, la infraestructura, la adecuación del sector agrícola quedo en veremos y perdimos el tiempo que nos dió el congreso americano para hacer la tarea.
No dudo que con el TLC habrán sectores ganadores y perdedores. De hecho, los pocos estudios que existen muestran que en el balance el país ganará. Lo preocupante de no cumplir con la agenda interna es que, si bien teníamos tiempo para poner nuestra infraestructura a punto no lo hicimos. Y esa oportunidad que nos dio el congreso de los Estados Unidos, al darnos más tiempo de lo normal, se perdió.
(Una versión de esta columna de opinión fue publicada en el diario El País de Cali el domingo 15 de abril de 2012, página A12)
En mayo de 2004 se iniciaron las rondas de negociación. Y desde ese momento para acá ha pasado mucha agua debajo del puente. Ecuador determinó salirse de las negociaciones en noviembre de 2005. Tras discusiones y diferentes rondas de negociación, finalmente el texto del tratado fue suscritos en noviembre de 2006. Es decir, los equipos de negociación de las partes se pusieron de acuerdo a finales de 2006. En ese momento, en principio Colombia y Estados Unidos se pusieron de acuerdo en los términos del tratado.
Normalmente, lo que ocurre después de ponerse de acuerdo es que los respectivos Congresos ratifican los tratados y se pasa a realizar las adecuaciones locales que se necesiten para poner en funcionamiento el trato. Es decir, la negociación termina en antes de la llegada del documento a los Congresos. Y los Congresos ratifican o desaprueban el tratado. Pero en nuestro caso, la situación fue diferente.
En Colombia, el texto del tratado fue aprobado rápidamente por la Cámara de Representantes y posteriormente por el Senado (Junio de 2007). Desde ese momento, tenemos en Colombia la Ley 1143 del 4 de julio de 2007, que corresponde al TLC. Hace ya casi 5 años.
Ahora, el caso de Estados Unidos fue otro cuento totalmente diferente. No obstante los “ruegos” de la administración pasada, el Congreso de Estados Unidos dejó en remojo esta aprobación. Pasaron otros TLC por encima del nuestro por ese Congreso. De hecho antes de iniciar las conversaciones con los países andinos, Estados Unidos contaba con 6 convenios antes de iniciar las negociaciones con Colombia. Hoy Estados Unidos cuenta con 18 tratados de libre comercio funcionando.
Finalmente, en octubre de 2011, tras una renegociación, el Congreso de los Estados Unidos aprobó el tratado. En la última semana, con la aprobación de la Ley para implementación del TLC, parecería que cumplimos con los compromisos adquiridos en las dos instancias de negociaciones previas.
Pero ésta parte de la tarea aún no está terminada. Aún faltan decretos asociados con la actualización aduanera, normas de origen, compras públicas y acceso a mercados, comercio transfronterizo de servicios, entre otros. Es decir, estamos corriendo para cumplir estas tareas que podíamos adelantar y hacer con calma. Había suficiente tiempo.
En otras palabras, el gobierno se está poniendo al día en la legislación. Por otro lado, hay una parte de la tarea de poner a punto el país para el TLC que está a medias y hemos perdido tiempo valioso para hacer esta parte de la tarea. Esa parte era la que el gobierno Uribe llamó la agenda interna. Es decir, la infraestructura, la adecuación del sector agrícola quedo en veremos y perdimos el tiempo que nos dió el congreso americano para hacer la tarea.
No dudo que con el TLC habrán sectores ganadores y perdedores. De hecho, los pocos estudios que existen muestran que en el balance el país ganará. Lo preocupante de no cumplir con la agenda interna es que, si bien teníamos tiempo para poner nuestra infraestructura a punto no lo hicimos. Y esa oportunidad que nos dio el congreso de los Estados Unidos, al darnos más tiempo de lo normal, se perdió.
(Una versión de esta columna de opinión fue publicada en el diario El País de Cali el domingo 15 de abril de 2012, página A12)
Etiquetas:
agenda interna,
Colombia,
TLC con Estados Unidos
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