La eliminación de los dos equipos de la ciudad de los cuadrangulares finales tiene muy tristes a las dos hinchadas de la ciudad. Pero fuera de la emoción que trae el ver al equipo del alma disputando las finales, es importante tener en cuenta las implicaciones económicas que trae a la economía de la ciudad.
Por ejemplo, a nivel internacional, existe una creciente evidencia de la conexión entre los éxitos deportivos y el comportamiento de la economía. Por ejemplo, investigadores norteamericanos de la Reserva Federal de San Luis encontraron que existe una relación entre una participación exitosa en la copa mundial y el desempeño de la economía del país en los siguientes años. Otros investigadores en Turquía concluyeron que el buen desempeño del equipo Besiktas en las copas europeas tiende a aumentar la producción industria de ese país. La mayoría de estudios tienden a encontrar una relación entre la felicidad que trae el triunfo del equipo amado y un sentimiento de euforia colectiva que permite que el nivel de actividad económica crezca en la región.
Pero la evidencia a favor de la relación causal entre éxitos deportivos y prosperidad económica no para en el fútbol. Investigadores norteamericanos, en 2002 han encontrado que las ciudades cuyos equipos ganan el Super Tazón tienen un ingreso per cápita más alto. Ellos argumentan que ese ingreso per cápita más alto se debe a la productividad por trabajador más alta en esa ciudad gracias a los éxitos del equipo local.
Pero aparte de la decepción que causa la eliminación de los dos equipos de nuestra ciudad, es importante tener en cuenta los negocios y empleos que se generan alrededor de esta actividad. Si bien no existen trabajos académicos que cuantifiquen la cantidad de trabajos que genera un partido de cuadrangulares y los ingresos y negocios asociados, si se puede intuir que existe un buen número de negocios formales e informales que se benefician de un partido de las finales del fútbol profesional.
La lista se puede iniciar enumerando los empleos más evidentes como el personal de logística en el estadio, los vendedores de comestibles en el estadio, los cuidadores de carros, los vendedores de mangas, camisetas y banderas alrededor del estadio. Pero también están las empresas que imprimen las boletas y los afiches, las emisoras de radio que dedican horas y horas durante la semana al partido y que facturan una buena pauta publicitaria durante las finales, las microempresas que confeccionan las camisetas y las banderas, los buses que son contratados expresamente para transportar a las barras desde diferentes lugares de la ciudad y del departamento; en fin la lista es grande. Sin duda la lista es grande, y no se puede dejar por fuera el municipio que pierde ingresos por concepto de impuesto a los espectáculos. Naturalmente, los mismos clubes deportivos se ven económicamente afectados, no solamente porque dejan de percibir los ingresos por boletería, sino también porque sus activos más importantes (sus jugadores) se desvalorizan.
Sería necesario un estudio muy detallado para ponerle un número al número de puestos de trabajo que se perdieron o saber cuántos miles de millones de pesos han dejado de entrar a la ciudad por la eliminación de los dos equipos. Pero es claro que esto no debe seguir pasando, los dos equipos están cambiando de directivas y esta es una oportunidad para que se cambie el rumbo deportivo de nuestro equipo. El América ha cambiado de junta directiva en semanas recientes y el Deportivo Cali tiene un proceso democrático hoy. Esperemos que estos nuevos vientos en la directiva deportiva de la ciudad nos traigan éxitos deportivos. Si la evidencia de los estudios internacionales es cierta, los éxitos deportivos podrán traer algo de prosperidad económica a la ciudad.
(Una versión de este artículo fue publicado en el Diario el País de Cali en 22 de Noviembre de 2009)
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