miércoles, 13 de noviembre de 2024

Timing de la agenda legislativa: no ayuda a la estabilidad fiscal.

Las finanzas públicas del Gobierno Nacional Central (GNC) afrontan un problema: los ingresos no alcanzan para cubrir los crecientes gastos. Este es un problema estructural que no se ha podido solucionar. En lugar de mejorar esta situación, las iniciativas del gobierno han profundizado el problema. La apuesta inicial por una reforma tributaria que incrementara el recaudo no ha dado los frutos esperados; al contrario, los ingresos fiscales han disminuido. Y los gastos sí han aumentado sustancialmente. Esta situación ha obligado al Ministerio de Hacienda a anunciar recortes en el presupuesto. Aunque estos recortes son una señal positiva de responsabilidad, no abordan el problema de fondo. Y dejan en claro que se hicieron cuentas alegres. A la par, proyectos de Ley en el Congreso no ayudan a aclarar el panorama de las finanzas públicas. Por ejemplo, el proyecto de iniciativa parlamentaria de reforma al Sistema General de Participaciones genera gran incertidumbre. Si bien esta iniciativa busca fortalecer el desarrollo regional y la descentralización (lo cual es deseable), le añade incertidumbre a las cuentas del GNC en el largo plazo. La reforma implica que más dinero del GNC se irá a los departamentos y municipios. Esto reduce el ingreso disponible para el GNC. Por el lado de los gastos, no es claro dónde se recortará. Si bien el proyecto de reforma condiciona la aplicación de ésta a la aprobación de una reasignación de gastos y responsabilidades del GNC a los regionales, no es claro cómo será esto. Aquí el orden de los factores sí es muy importante. Quitar ingresos sin quitar gastos genera mucho temor en los resultados finales de las finanzas públicas. Esta reforma aumenta el temor que la carga sobre el GNC aumente aún más. Otros ejemplos de proyectos que generan incertidumbre por el orden en que se presentan son el proyecto fallido de presupuesto para el 2025 y, después, la Ley de financiamiento, que actualmente trata de encontrar los ingresos para pagar el presupuesto desfinanciado del 2025. Esto trae más nubarrones sobre las finanzas públicas. Estos dos episodios de este año son un ejemplo de que el “timing” en la presentación de proyectos de Ley son importantes para generar tranquilidad sobre el futuro de las finanzas del país. Es fundamental que el Congreso y el Gobierno trabajen juntos en proyectos y su “timing” para aportar a la certidumbre y viabilidad a largo plazo. Las decisiones que se tomen ahora deben ser un pilar de confianza para las finanzas del país y no otra fuente de preocupación. Solo con una política fiscal bien estructurada y realista lograremos devolverle a las finanzas públicas la solidez necesaria para enfrentar los desafíos que se avecinan y garantizar el desarrollo sostenido del país. (Una versión de esta columna de opinión fué publicada en el diario el País de Cali e1 13 de noviembre de 2024)

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