lunes, 23 de noviembre de 2009

El abecedario y la crisis de E.U.

Las declaraciones de esta semana del presidente Obama sobre su preocupación por una recaída de la economía norteamericana puso de manifiesto una discusión que se ha desarrollado entre economistas desde inicios de la recesión. ¿Cuánto durará la crisis de ese país?

Los economistas emplean cuatro letras para clasificar las recesiones económicas: V, W, U y L.

La recesión en forma de V es poco profunda y corta, en la que en dos trimestres la economía retorna a crecimientos positivos. La recesión en forma de W es una en la que se presentan dos caídas seguidas en el crecimiento económico. Se presentan dos trimestres de caída seguidos por un corto aumento y otro descenso de 2 trimestres.

La recesión en forma de U es la más profunda, pues dura de 6 a 8 trimestres y la L es una recesión con una fuerte caída seguida de un crecimiento cercano a cero por un largo período que dura de 8 a 10 años.

Tal vez, el profesor Nourier Rubini (uno de los pocos que predijo la recesión de EE.UU.) fue el primero en prevenir sobre la posibilidad de una recesión W desde el año pasado. Ahora, las declaraciones de Obama traen la discusión de nuevo, tras varias semanas de optimismo.

El dato del crecimiento del PIB norteamericano del 3,5% para el tercer trimestre ha llevado a muchos analistas a proclamar que la crisis terminó, pero hay que reconocer dos cosas de esta cifra. Primero, que corresponde a una primera aproximación basada en información incompleta, y segundo, que una primera refinación de este cálculo se presentará mañana.

De hecho, otros datos disponibles no parecen estar soportando el optimismo de esos analistas. La economía norteamericana puede recaer.

El mismo Rubini argumenta que este primer cálculo del crecimiento está sobreestimado al no incluir de manera correcta el sector de la pequeña empresa. Él estima que por la caída fuerte de la producción en las pequeñas empresas, el crecimiento del PIB para el tercer trimestre no debería ser 3,5% sino sólo del 2%.

Por otro lado, el mercado del empleo estadounidense permite dudar de la recuperación. Para octubre la tasa de desempleo llegó a 10,2% y 200.000 trabajadores perdieron sus empleos. Si bien en enero se perdieron 700.000, ésta es una mejora que aún sobrepasa la marca que se impuso en la última recesión del 2001 (150.000 trabajos perdidos por mes). Es más, las últimas dos recesiones de Estados Unidos en 1999 y 2001 dejaron un precedente que preocupa: la pérdida de empleos siguió hasta pasados

un año y medio de terminadas esos períodos de crisis económica.

¿Qué implicaciones tiene este comportamiento para la recuperación de la economía de EE.UU?

Primero, la perdida de trabajos continuará hasta finales del 2010, si no es principios del 2011. Pero a diferencia de las crisis anteriores, el débil mercado de trabajo está acompañado de la posibilidad de que un cuarto de los empleos en ese país se traslade a otros países.

Así, es muy difícil esperar una recuperación rápida del consumo, que es el motor del crecimiento de ese país y la posibilidad de una nueva caída en el crecimiento económico aún no está alejada. Una recesión en forma de W es cada vez más posible en ese país.
(Este articulo fue publicado en el diario el País de Cali el 23 de Noviembre de 2009)

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