La economía norteamericana tal vez es la economía que más indicadores emite semanalmente, y tal vez es la economía con la mayor cantidad de lupas encima. Literalmente todo el mundo sigue de cerca lo que ocurre con la economía de ese país y cualquier noticia imprevista puede desatar grandes movimientos de capitales en todo los mercados del mundo. Y no es para menos, nos guste o no, Estados Unidos sigue siendo la economía más grande del mundo y buena parte del motor de la economía global.
Esta semana que termina se publicaron diferentes indicadores que hacen pensar que el panorama de la economía norteamericana no es muy alegador para lo que falta del año. En especial el viernes salió a las luz pública el resultado de la evolución de los inventarios al por mayor. Esos inventarios crecieron en un 1,3% en julio, el crecimiento más grande en este indicador desde julio de 2008. Ese aumento es casi 3 veces más grande que lo que esperaban los analistas.
¿Qué implica este dato? Por un lado, cuando los inventarios aumentan es porque se produce más de lo que se vende. En otras palabras, las compañías estadounidenses estaban esperando un aumento de la demanda durante el verano que estimuló el crecimiento de la producción de ese país durante el primer semestre, pero el aumento de la demanda fue mucho menor del esperado. De esta manera la producción se fue a aumentar los inventarios.
Naturalmente, el aumento en los inventarios es un fenómeno que no puede sostenerse por mucho tiempo y lo común es que en los siguientes meses se presente una disminución de la producción para desacumular inventarios. El problema de esto es que el aumento de los inventarios explicó 37.5% del crecimiento de la economía nortermericana durante el segundo trimestres. En otras palabras, durante la segunda mitad del año, uno de los “motorcitos” del crecimiento de la economía norteamericana con seguridad desaparecerá. Y a menos que aparezca otro motorcito que remplace al crecimiento en los inventarios, no se podrá esperar un crecimiento parecido durante la segunda mitad de este año.
Esta información parece mostrar que el tímido vigor de la recuperación de la economía norteamericana está perdiendo impulso. Por otro lado, parece ser que las autoridades económicas se les está acabando el “arsenal” de armas para afrontar la caída de la economía norteamericana. Aún si la Fed redujera más las tasa de interés, eso no parece que hará alguna diferencia en los resultados futuros de la economía norteamericana. Y el efecto del paquete de estímulo fiscal se agotó y no parece existir una fórmula para aumentar el paquete de estimulo fiscal sin disparar aún más el déficit fiscal en ese país. El empleo no responde en ese país y el mercado inmobiliario no da señales claras de recuperación.
Así, el fin de la crisis parece aún estar algo lejos y empieza a crecer la probabilidad de que la economía norteamericana presente una nueva recaida, fenómeno conocido como una recesión en forma de “W”. De hecho, el profesor Nourier Rubini (quien pasó casi a la categoría de Gurú económico por ser de los pocos economistas que predigo la recesión de Estados Unidos) prevé que en estos momentos existe una probabilidad del 40% de una recaída (recesión en forma de “W”) frente a una probabilidad del 30% que se presentaba hace un mes. Y según sus estimaciones esa probabilidad parece tener una tendencia crecer.
Así, es muy difícil esperar una recuperación rápida y la posibilidad de una nueva caída en el crecimiento económico de la economía norteamericana aún no está alegada. Una recesión en forma de “W” es cada vez más posible en ese país.
(Una versión más corta de esta columna de opinión fue publicada en el diario el País de Cali el DOmingo 12 de Septiembre de 2010)
lunes, 13 de septiembre de 2010
¿Adiós a la recesión en Estados Unidos?
Etiquetas:
Crisis económica,
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inventarios.,
recesión en forma de W
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