martes, 6 de noviembre de 2012

¿Afectarán las elecciones de Estados Unidos la economía colombiana?

Las elecciones en Estados Unidos implican, como históricamente ha ocurrido, que sus ciudadanos escogerán entre dos concepciones económicas diferentes. En especial hay gran diferencia en rol que juega el sector público. Por un lado, los demócratas quieren un gobierno más grande que, por ejemplo, garantice el derecho universal a la salud; mientras que los republicanos creen que el papel del gobierno debe reducirse a ser un garante de las libertades y que permita que el sector privado compita para proveer servicios y bienes a los ciudadanos. Por lo tanto, desde ambas orillas existen aproximaciones diferentes para resolver el problema de una economía no muy dinámica que parece estar en un letargo crónico. Los demócratas quisieran aumentar impuestos y mantener el gasto público; mientras los republicanos quisieran todo lo contrario. No obstante las diferencias en política económica interna son abismales, las administraciones de los Estados Unidos se han caracterizado por tener una política comercial y de relaciones internacionales muy parecidas. Así, gobiernos demócratas y republicanos actúan de manera similar cuando se trata de las relaciones comerciales con otros países y la política de abrir negocios para sus empresas. Por lo tanto, sin importar el partido político de turno, la aproximación política frente a nuestra región en términos económicos deberá ser parecida. Por otro lado el TLC con los Estados Unidos ha cambiado un poco la leve variabilidad que podría generar las mayorías republicanas o demócratas en el congreso de los Estados Unidos. Antes con las preferencias arancelarias (ATPEA) cada año estábamos en vilo sobre lo que estaba ocurriendo en la política interna de ese país, para saber si nos renovarían o no dichas preferencias. Por los últimos 10 años no solo estuvimos expectantes a la renovación del ATPEA, sino también por la ratificación del TLC con Colombia. Esto significó estar en todo el centro de las discusiones y peleas partidistas en ese país. Ahora, gracias al TLC la relación económica se ha estabilizado y no dependemos tanto de las peleas internas de los Estados Unidos. Afortunadamente, ahora no dependemos en mucha medida de quien gane o pierda las elecciones. El TLC ha traído una gran estabilidad en nuestra relación económica con los Estados Unidos. (Esta columna de opinión fue publicada en el periódico el País de Cali el domingo 4 de noviembre de 2012)

lunes, 3 de septiembre de 2012

Monopolios deseables: el caso del MIO

En general, los economistas estamos de acuerdo en que la competencia es mejor para la sociedad como un todo. En teoría, la competencia permite la producción de más bienes y servicios a precios más bajos. Pero así como nos gusta la competencia, los monopolios en general nos molestan. Y nos molestan porque se supone que en presencia de un monopolio se produce menos que cuando hay competencia y los precios son mayores. No obstante esta premisa no siempre es cierta. En algunas situaciones un monopolio puede ser buena idea. El mejor ejemplo de un monopolio deseable es el transporte público municipal. En la ciudad de Cali hemos vivido por muchos décadas los efectos funestos de introducir competencia en un sector en el que la competencia debería reducirse a su mínima expresión. Por ejemplo, la competencia de diferentes empresas transportadoras ha implicado una “producción” excesiva. Es decir, vemos como las calles de nuestra ciudad están congestionadas por buses vacíos que compiten entre ellos por los clientes. La competencia se presenta entre diferentes compañías que sobre las mismas vías buscan sin pudor clientes. Pero la competencia también se presenta entre los mismo conductores de una misma compañía y ruta. La competencia por clientes hace que los conductores transgredan las normas de tránsito, poniendo en peligro las vidas de transeúntes y pasajeros. Por otro lado, se “producen” mas viajes de buses y busetas que lo deseable y ésto implica mayor contaminación en la ciudad y más congestión en nuestras escasas calles. Así, desde hace muchos años en el mundo desarrollado las ciudades han encontrado que la mejor forma de organizar el transporte público es teniendo una sola empresa que preste el servicio; es decir, un monopolio. De esta manera no se “producen” tanto viajes y por tanto menos contaminación, no hay duplicación de rutas por las mismas calles, no hay tanta congestión. Y en especial no se ata la remuneración de los conductores al número de “clientes” que consiga en el camino. Esto permite organizar el tráfico y evitar los problemas que se enumeraron anteriormente. Por otro lado, para evitar que los precios sean muy altos, como típicamente pasaría en un monopolio, los municipios tienden a manejar directamente el monopolio o a controlarlo estrictamente. De esta manera se garantiza que los precios del transporte no se disparen en las ciudades. En Colombia, lastimosamente no hemos adoptado estos aprendizajes de ciudades desarrolladas. Nuestros sistemas de transporte público se han basado tradicionalmente en una competencia por pasajeros entre empresas llevando a los problemas que viven todos los caleños día a día. No obstante, con la entrada en funcionamiento de Transmilenio en Bogotá, se empezó ha demostrar que en Colombia también era buena idea emplear el esquema que se emplea en el resto del mundo. En ese caso se fue algo tímido, desde 2000 en algunas vías de la capital se estableció un monopolio y se quitó la competencia. Hoy tras 12 años de funcionamiento, y gracias a que las administraciones distritales han cedido a las presiones de los transportadores, Bogotá aún no ha podido extender dicho monopolio a toda la capital. En Cali, el Mio inició en marzo 2009 y hoy es innegable las mejoras en movilidad y calidad de servicio que hemos vivido los caleños. Ahora, estamos a punto de iniciar el proceso de salida progresiva de los buses tradicionales de las calles de Cali. Es decir, desde el 5 de septiembre se espera que inicie el proceso progresivo de instaurar un monopolio en el transporte municipal. Este proceso es importante no sólo para el futuro de la movilidad y de la ciudad, sino también para el resto del país. Las principales ciudades del país no han dado el paso que dará Cali y de lo que pasé en nuestra ciudad dependerá que el proceso se dé en el resto del país donde existen sistemas de transporte masivos. Ahí radica la importancia de lo que se juega hoy en las calles de Cali y de las decisiones de la administración municipal. Si se mantiene el cronograma de desmonte del sistema tradicional de transporte público y se instaura el “monopolio” en la ciudad, seríamos una de las primeras ciudades en Colombia de organizar la movilidad. Si se retrocede y se cede a las presiones, podemos terminar en un largo proceso como el de Bogotá; en el cuál se dilata la salida de los buses tradicionales y el caos asociado a la competencia se mantiene. Naturalmente, la simple salida de los buses que compiten en las calles de Cali no solucionaría todos los problemas de la ciudad. Pero, si ayudará mucho a retomar el rumbo de la ciudad y en especial mejorar una de los aspectos más importantes en la competitividad de una ciudad: la movilidad. El monopolio en el transporte público bajo la supervisión del municipio es un monopolio deseable para Cali. (esta columna de opinión fue publicada en el Diario del País de Cali el 3 de septiembre de 2012)

martes, 14 de agosto de 2012

Contrato SiCali. La terminación anunciada de un contrato


Finalmente, la administración de Cali decidió terminar unilateralmente el contrato de Sicali.  Con esta decisión finaliza una historia larga y tortuosa para la ciudad.

Desde diciembre de 2008, el final del contrato se venía venir. En aquel entonces el tribunal Contencioso del Valle declaró la nulidad de la licitación que adjudicó el recaudo de los impuestos de la ciudad a Sicali. Al declarar nulo ese proceso, el contrato de Sicali también fue declarado nulo. Pero, como la sentencia era de primera instancia, Sicali interpuso un recurso de apelación ante el Consejo de Estado, instancia judicial que aún no ratifica la decisión. Pero era claro que una posibilidad jurídicamente viable era terminar de manera administrativa el contrato. Es más, los numerosos incumplimientos de Sicali, ayudaban a engrosar el caso a favor del municipio.

La historia de ese contrato es larga y complicada. Sólo basta recordar que este contrato ponía en manos de un privado el recaudo de los dos impuestos más importantes para la ciudad: Industria y Comercio y Predial. La idea de entrada era perversa. No es solo el hecho que un privado estaba realizando una labor que por definición le corresponde a la administración municipal. Sino que además dicha tarea implicó costo muy alto para los caleños.

Pero si la idea era mala, el inicio de la historia fue peor. El proceso licitatorio presentó numerosos problemas de forma y de fondo. Ese proceso fue suspendido por observaciones de la Procuraduría General de la Nación, pero posteriormente continuó y SiCali inició labores en febrero del 2005.

No obstante, lo más preocupante de la historia fueron los incentivos detrás del contrato. Por ejemplo, en caso de no recaudarse lo esperado, el Municipio compensaba a SiCali; si el recaudo se encuentra dentro de lo esperado, se paga una comisión del 2,8%; y si los ingresos superan lo esperado, entonces la comisión sobre el exceso de ingresos es del 1,9% adicional. Lastimosamente, el contrato no implicó un aumento del recaudo de impuestos y por el contrario los costos para el municipio no fueron para nada despreciables.

¿Qué significa esta decisión para la ciudad? ¡Tal vez una de las mejores noticias que han recibido las finanzas públicas municipales y una gran oportunidad!  De entrada, sin hacer “nada” los ingresos aumentarán por lo menos un 2,8%. Por otro lado, Hacienda podrá retomar la gestión necesaria para generar nuevos ingresos. Por ejemplo actualizar el avalúo catastral en las comunas en que no se han actualizado. Esto no se ha podido hacer, pues era tarea de SiCali quien incumplió. No actualizar dichos avalúos implicó que los ingresos del municipio se mantuvieron rezagados.

En otras palabras, la decisión administrativa regresa una tarea natural a Hacienda Municipal y da las herramientas que permiten hacer gestión fiscal. Esperemos que estas herramientas naturales se traduzcan en recursos frescos para la inversión en el municipio.


 (Esta columna de opinión fue publicada en el diario el País de Cali el martes 14 de Agosto de 2012)

martes, 31 de julio de 2012

2011: Un año de contrastes para el Valle del Cauca.

La economía colombiana vivió en el primer trimestre de 2012 en un proceso de desaceleración en parte gracias al ambiente macroeconómico internacional. El Valle del Cauca no es la excepción. Esta situación contrasta con los buenos resultados de algunos sectores de la economía del sector en 2011. De hecho el 2012 será un año de grandes retos para la economía vallecaucana. Año en el que la entrada en vigencia el TLC con los Estados Unidos presenta grandes oportunidades para nuestra región, pero al tiempo la situación de crisis en la zona euro y la desaceleración de la economía china postran grandes nubarrones sobre el crecimiento sostenido del país. No obstante, ese clima adverso, la economía vallecaucana tiene una estructura económica sólida que presentó resultados importantes para el 2011. Resultados que permiten pensar que el Valle puede estar preparado para afrontar los momentos difíciles que podría traer la segunda mitad del 2012. A continuación se presenta un breve recuento de los acontecimientos más importantes de la economía vallecaucana durante el 2011. Esto acontecimientos de carácter macroeconómico se ven reflejados en el desempeño de las empresas de la región que se detalla mas adelante en esta edición.

  Buen año para la Industria
La economía vallecaucana presentó en 2011 una buena dinámica y en especial su industria. Por ejemplo, según datos de Asocaña, la industria y el clúster azucarero presentaron un muy buen desempeño. La producción de caña creció en un 12,1%, la producción de azúcar creció en 12,6% y la de etanol presentó un aumento en 15,7%. De hecho, de acuerdo a la muestra trimestral manufacturera del DANE, toda la industria vallecaucana creció un 9,3% durante el año 2011. Pero lastimosamente, no todos los sectores de la industria experimentaron un buen año durante el 2011 en el Valle. Estos sectores que experimentaron una caída en su producción el año pasado fueron Farmacéuticos (-0,3%), Molinería y almidones (-1,8%), Caucho y plástico (-2,1%), Detergentes y jabones (-2,7%), Otros químicos (-3,1%) y Bebidas (-14,3%). Por otro lado, cinco sectores presentaron un crecimiento sobresaliente en el Valle del Cauca. Según la misma encuesta del DANE, el sector de Maquinaria y aparatos eléctricos creció su producción en 13,1%, crecimiento relativamente similar al del sector Hierro y acero y otros metales no ferrosos (14,9%). Por su parte, el sector de confecciones aumentó su producción en 17,5%, otros alimentos creció aun impresionante ritmo de 28,3% y la clasificación de otras industrias donde caen el resto de sectores industriales relativamente no tradicionales creció a un ritmo sorprendente de 37,7%.

  No tan bueno para el empleo
No obstante este crecimiento de la industria en el Valle del Cauca, los resultados en materia de empleo en la región no fueron buenos durante el 2011. Mientras que en el país las tasas de desempleo disminuía, en Cali y su área metropolitana la tasa de desempleo creció de manera significativa. Por ejemplo, según la Encuesta continua de hogares del DANE, para el último trimestre de 2011, la tasa de desempleo en Cali y su área metropolitana fue de 14,1%, cifra relativamente mayor que la observada para el mismo periodo en los años 2010 (12,9%), 2009 (12,7%) y 2008 (12,5%). Mientras que en Cali la tasa de desempleo era del 14,1% y con una tendencia a crecer durante todo el año, en el total nacional la tendencia era a disminuir y la tasa desempleo se encontraba en 10,4%. Es más, no sólo la tasa de desempleo esta creciendo en Cali, sino que también el número de ocupados en el cuarto trimestre de 2011 disminuyó en 1,5% con respecto al mismo periodo de 2010. En el total nacional, el numero de ocupados creció en un 4,9% para el mismo período. Así, el empleo se convirtió en el gran lunar de la economía vallecaucana durante el 2011.

  La construcción no despegó
Por otro lado, uno de los sectores que comúnmente contribuyen sustancialmente con la generación de empleo y dinamiza el crecimiento económico es la construcción. Pero durante el 2011, dicho sector no presentó uno de sus mejores años. Los ocupados en la construcción para el cuarto trimestre de 2011 en Cali y su área metropolitana cayeron en un 4,1% respecto al mismo periodo de 2010, mientras que en el total nacional los ocupados de ese sector crecieron en un 10,6%. Esta disminución en el empleo del sector son reflejo de la disminución de los metros cuadrados en proceso en Cali durante el último trimestre de 0,9% respecto el mismo periodo de 2010. Ese descenso se presentó mientras que para el total nacional los metros cuadrados en proceso crecieron en 11,5% durante el mismo periodo.

 Exportaciones
Por el lado de las exportaciones, las cifras para los vallecaucanos fueron buenas. El 2011 fue un gran año para las exportaciones colombianas que crecieron un 43%; este boom de exportaciones se puede explicar por el buen comportamiento de los precios de los commodities y las ventas al exterior de petróleo, carbón y ferroníquel. En el caso vallecaucano, no obstante las exportaciones mineras son muy pocas, la dinámica de las exportaciones fue destacable con un crecimiento del 18,7%. Esta es una buena noticia, pues contrasta con lo vivido tres años atrás cuando en 2009 las exportaciones de nuestro departamento cayeron 9.4% gracias a las peleas con nuestros vecinso. Tras esa debacle en el comercio exterior del departamento, nuestros empresarios han realizado grandes esfuersos para abrir nuevos mercados y diversificar los destinos y productos de exportación. Para el 2011, el 58,6% de nuestras exportaciones estaban concentradas en 5 socios comerciales Estados Unidos (16,0%), Ecuador (14,7%), Perú (10,2%), Venezuela (8,6%) y Chile (8,6%) . Es importante recordar como hae 5 años, ,Venezuela representaba el 23% de las exportaciones. La diversificación de nuestros destinos de las exportaciones son una gran noticia, en especial cuando se prevee en 2012 una recesión en la zona Euro. Y por otro lado, el el TLC con Estados Unidos es crucial para los exportadores vallecaucanos que permite aprovechar las potencialidades del Valle en materia exportadora para ese mercado.

Dos buenas noticias de origen vallecaucano
Finalmente es importante resaltar dos buenas noticias que se destacan en el acontecer económico del Valle del Cauca durante la primera mitad del 2011. Dos instituciones muy vallecaucanas del sector financiero se convirtieron en Bancos: Bancoomeva y el Banco de la Mujer. Estos dos nuevos bancos con cede en Cali reanimaron el sector financiero de la ciudad y la región y generan empleo calificado para la ciudad y oportunidades de financiación para todo el país.

  (Este articulo de opinión fue publicado en la edición especial del 30 de julio de 2010 de las 500 Empresas + exitosas del Valle (y las 200 siguientes). El País páginas 8 y 9)

lunes, 2 de julio de 2012

Última decisión del Emisor

No obstante el pedido de algunos gremios y del presidente Santos para bajar las tasas de interés, en su última reunión del viernes pasado, la junta del Banco de la República tomó la decisión de mantener la tasa de interés de intervención inalterada. Típicamente los miembros de la junta del Banco de la República se reúnen al final del mes y resuelven tomar alguna acción de política económica. Lo común es que decidan si mantienen constante, suben o bajan la tasa de interés que el Baco de la República paga a los bancos para recibirles dinero. La decisión de la tasa termina en últimas, y después de un proceso que puede tardar hasta un año, afectando las demás tasa de interés. Por ejemplo, la tasa que pagamos en los prestamos hipotecarios, las tasas que pagamos en las tarjetas de crédito, la de los CDTs, etc. La importancia de esa decisión radica en que la tasa de interés actúa como una herramienta que ayuda a que la economía aumente o disminuya su crecimiento. Cuando las tasas de interés disminuyen, se espera que aumente los incentivos para endeudarse, para comprar casas, para comprar con las tarjetas de crédito, para comprar maquinaria. Es decir, la demanda se estimula y esto puede hacer crecer la economía. Si por el contrario las tasas aumentan, esto en principio debería desestimular el endeudamiento y por tanto la demanda interna disminuirá. Para entender esta decisión previsible de mantener constante la tasa de interés, es importante recordar que hace unos pocos meses era impensable que el Banco de la República considerase la posibilidad de disminuir la tasa de interés. Es más las apuestas de los analistas se dividían entre si subían o se mantenían iguales las tasas de interés. ¿Qué a cambiado? Bueno, por un lado la euforia que se sentía alrededor de la economía colombiana se ha moderado. A principios de este año, los datos del año pasado mostraban una economía creciendo rápidamente y por un momento existía la sensación que los ojos de todos los inversionistas del mundo estaban sobre Colombia. Nos estabas convirtiendo en una “vedette”. A la par de la euforia, el Banco de la República y el ministerio de hacienda venían prendiendo alarmas por el crecimiento en el endeudamiento de los hogares colombianos, en especial el aumento de la cartera para consumo. Por el lado internacional, durante el primer trimestre de este año existía una sensación de una lenta pero segura recuperación de la economía norteamericana y nubarrones sobre la situación económica de la Unión Europea. Así, si bien el ambiente internacional no era el más favorable, la economía colombiana venía creciendo a un buen ritmo y parecía apenas lógico aumentar las tasas para disminuir el crecimiento de los créditos de consumo. Ahora, que tenemos información más confiable de lo ocurrido en el primer trimestre de 2012, parece evidente que el panorama es totalmente diferente. La economía estadounidense está creciendo a un ritmo menor al esperado, el panorama en la zona euro no se ve muy claro en el mediano plazo. Por otro lado, la economía colombiana ha empezado a crecer a un ritmo menor del esperado y pareciese que los efectos de una posible crisis a nivel internacional han tenido un mayor efecto al esperado; en especial en la demanda de petróleo y carbón. Y la calidad de la cartera de los créditos de consumo se ha deteriorado sustancialmente en los últimos meses; en otras palabras, mas hogares se han “colgado” en sus cuotas de créditos de consumo. En resumen, la economía colombiana ha empezado a mostrar que no se puede aislar del efecto de una crisis internacional y que la euforia tal vez no estaba tenía bases tan sólidas como creíamos. Ahora, eso no quiere decir que la economía colombiana esté frente a una debacle, pero tampoco estábamos frente al “boom” que parecía reinar en el ambiente. En estos momentos la tasa de intervención del Banrep está en 5,25%, misma tasa vigente desde febrero de este año. Los datos muestran que probablemente será necesario un estímulo a la economía para la segunda mitad de este año. El tamaño de dicho estímulo dependerá de la magnitud de la crisis en Europa y del tamaño del contagio en el resto del mundo. En este nuevo escenario parece prudente esperar el momento indicado para realizar una fuerte baja en la tasa de interés que permita reanimar la economía colombiana. Es decir, es mejor ahorrar espacio en la política monetaria, pues es muy probable que necesitemos usarla. Para revivir una economía puede ser más efectiva una baja de tasas de interés grande y de un solo golpe que pequeñas disminuciones. Más en un escenario donde los hogares tienen un nivel de endeudamiento relativamente alto. Así es mejor ahorrarse la posibilidad de bajar tasas para una época de “vacas más flacas”. (Una versión de est columna de opinión fue publicada en el diario el País de Cali el 2 de junio de 2012)

lunes, 25 de junio de 2012

Locomotora desacelerada.

Los datos disponibles en los últimos días muestran señales claras que la economía colombiana está experimentando una desaceleración. No obstante es claro que la economía colombiana sigue creciendo a un ritmo positivo, dicho ritmo ha venido disminuyendo. El vigor de las locomotoras se está perdiendo. Primero, las encuesta mensual manufacturera del DANE y la de opinión dela ANDI mostraron como la industria venía desacelerando en el mes de abril. Ahora los nuevos datos del PIB trimestral muestran que el crecimiento del PIB en el primer trimestre de 2012 fue de 4,7%, inferior al crecimiento del 5,0% que se había presentado para el mismo período en el 2011. Este crecimiento es destacado, si comparamos lo que está ocurriendo en la zona Euro. Por ejemplo, el crecimiento del PIB, para el mismo periodo, de Alemania fue del 1,7% y de Francia del 0,7%. Mientras que España (-0,3%), Italia (-1,1%), Grecia (-6,5%) experimentaron decrecimientos en sus economías. Así, en comparación con los Europeos, Colombia presenta una economía dinámica. Si nos comparamos con el vecindario latinoamericano, la cuestión es diferente. En el caso de Panamá, el crecimiento del PIB para el primer trimestre de 2012 la variación anual fue del 10,6%, en Perú del 6%, en Chile y Venezuela del 5,6% y en Argentina del 5,2%. Por otro lado, México presenta un crecimiento relativamente parecidos al colombiano (4,6%), mientras que Brasil presenta uno de los crecimientos más pequeños de la región: 0,8%. Así, la región, en su mayoría presenta un crecimiento que, si bien es menor al experimentado el año pasado, es relativamente alto para la gran incertidumbre que se presenta a nivel internacional. Regresando a Colombia, es interesante ver cuáles son los sectores que están liderando el crecimiento. De hecho, recordemos que el plan de desarrollo de la actual administración plantea emplear cinco sectores como locomotoras que jalonen el crecimiento de la economía Colombiana y que generen empleo. Las locomotoras escogidas por esta administración fueron: 1) El sector agropecuario, 2) la vivienda y construcción de ciudades amables, 3) la construcción de infraestructura para el transporte , 4) el sector minero-energético y 5) sectores asociados a la innovación. Los resultados del DANE muestran que el sector agrícola decreció en 0,4%, es especial debido a la caída en la producción del café que cayó un 26%. Así, esta locomotora no está empujando, de hecho se está devolviendo. La locomotora de la construcción tampoco está ayudando, el sector decreció en 0,6%. De hecho, la construcción de obras civiles cayó en 8,1%, mientras que las edificaciones crecieron a un ritmo relativamente bajo de 3,5%. Es decir, tanto la locomotora de la vivienda y construcción de ciudades amables y la construcción de infraestructura para el transporte no están funcionando. La única locomotora que si está creciendo vigorosamente es el sector minero, que creció en 12,4%. Este sector presenta un dinamismo atado a las exportaciones de petróleo y carbón. Así, los datos muestran que la economía colombiana sigue creciendo pero no al ritmo vigoroso que se desea. Es más, los resultados muestran claramente que las locomotoras del gobierno no están funcionando como se desearía y por tanto se requiere un empujón fuerte para que dichas locomotoras arranquen de nuevo y la economía retome su senda de crecimiento. (Esta columna de opinión fue publicada en el Diario El País de Cali el lunes 25 de julio de 2012)

lunes, 4 de junio de 2012

Educación Vs competitividad

En días recientes, un renombrado instituto suizo IMD (Institute Management Development) publicó su informe anual sobre competitividad. Dicho informe clasifica a 59 diferentes países de todo el mundo en diferentes aspectos relacionados con la competitividad. Los resultados para Colombia no son buenos. De hecho para el 2012 ocupamos el peor puesto desde 2008, año en el que nuestro países fue clasificado por primera vez. ¡Nuestro puesto fue el 52 entre 59 países! Este resultado no es muy diferente a otro indicadores construidos por otras instituciones que tienen como objetivo medir aspectos de la competitividad de los países. Por ejemplo, el Banco Mundial en un índice que evalúa el desempeño logístico de 155 países clasificó para 2012 a Colombia en el puesto 64. El mismo Banco Mundial construye otro índice conocido como el reporte “Doing Business” que mide la facilidad de crear negocios en 138 países. En ese ranking clasificamos de 42. Y para no hacer un listado grande de rankings, podemos mencionar el “Global Competitiveness Index” construido por el Foro Económico Mundial; en este ranking Colombia ocupa para 2012 la posición 68 de 142 países. En otras palabras, no nos va muy bien en los diferentes rankings, pero lo que llama la atención en el ranking divulgado esta semana es el porqué nos va tan mal. El IMD define competitividad como la habilidad que tiene un país en administrar sus recursos y competencias para aumentar la prosperidad de su población. Para medir dicha habilidad, se miden cuatro dimensiones: Comportamiento económico, Eficiencia del gobierno, eficiencia de los negocios e Infraestructura. En esta última categoría se incluye tanto la infraestructura básica , infraestructura científica, salud y medio ambiente y educación. Lo alarmante de esta cifra, es que ocupamos el último puesto en educación. Este resultado ha traído de nuevo a la agenda pública un resultado que ya conocíamos. Nuestro sector educativo no está a la altura para brindar una educación de talla mundial, una educación que permita a toda nuestra población aprovechar los demás recursos con que contamos y así lograr la prosperidad. Este es el gran cuello de botella que enfrenta nuestro país para aprovechar toda su riqueza. Los resultados no se pueden ocultar. De hecho el índice de competitividad global del IMD solo muestra otra cara de una moneda que las cifras nos estaban mostrando desde hace ya unos años. Por ejemplo, las pruebas estandarizadas que permiten comparar a nivel internacional el desempeño de nuestros niños en áreas como las matemáticas y ciencias naturales no deja bien parado a nuestro sistema educativo. La prueba PISA administrada por la OECD compara estudiantes de aproximadamente 15 años para diferentes países. Colombia participó en las pruebas para los años 2006, 2009 y 2011. Si bien los resultados no están disponibles aún para 2011, se encuentra que en Ciencias para 2006 Colombia se ubicó en el puesto 53 de 57 y en 2009 en el puesto 54 de 65. En el caso de matemáticas en el 2006 nuestros estudiantes quedaron en el puesto 54 y en el 2009 el puesto 58. Otra prueba que nos permite comparar nuestros estudiantes con otros países es el TIMSS administrado por la Asociación Internacional para la Evaluación de los logros educativos. Colombia ha participado en esta prueba en 2003 y 2007. En 2007, para el caso de matemáticas la prueba clasificó nuestros estudiantes de cuarto grado de 30 de 36 países comparados y para octavo grado el puesto fue de 40 entre 48. Para las pruebas de ciencias los resultados son similares. Estas cifras sólo son reflejo de una situación muy delicada en la base de nuestro sistema educativo. Si entendemos competitividad como “la habilidad que tiene un país en administrar sus recursos y competencias para aumentar la prosperidad de su población”, el gran cuello de botella que enfrenta nuestra país es nuestro sector educativo. Es imperativo que nuestra población tenga la formación adecuada para generar nuevas oportunidades de negocio en un mundo cada vez más competitivo. (Esta columna de opinión fue publicada en el diario el País de Cali el lunes 4 de junio de 2012)

viernes, 25 de mayo de 2012

Nuevo aire para las locomotoras del gobierno de Santos

En días pasados el presidente Santos decidió trasladar al ministro Vargas del ministerio del Interior al de vivienda. El cambio se puede leer de diferentes maneras, se puede pensar que fue una reacción a un mal resultado en las encuestas de popularidad del presidente, o se pueden argumentar razones políticas para desacomodar una ministra uribista y darle espacio a un precandidato en un ministerio que puede dar muchos réditos políticos. La verdad será muy difícil conocerla, pero los hechos demuestran una cosa: la locomotora de la vivienda no estaba empujando al ritmo que el gobierno quería y las otras aún no despegan. La excepción es uno locomotora que va disparada. Recordemos que el plan de desarrollo de la actual administrador plantea emplear cinco sectores como locomotoras que jalonen el crecimiento de la economía colombiana y que generen empleo. Las locomotoras escogidas por esta administración fueron: 1) El sector agropecuario, 2) la vivienda y construcción de ciudades amables, 3) la construcción de infraestructura para el transporte , 4) el sector minero-energético y 5) sectores asociados a la innovación. Segú los datos disponibles la locomotora de la agricultura no despega. Según el DANE, el sector agrícola creció un 2,2% en el año 2011 , crecimiento que está por debajo del crecimiento de la economía que fue del 4,9%. Es más, si sólo se mira el último trimestre, el sector agrícola cayó un 2%. Es decir, esa locomotora no despega. Por otro lado, la construcción en infraestructura no despega al ritmo esperado, y se espera que por fin a finales de este año empiece la construcción de la infraestructura terrestre; ésto si sale bien el proceso licitatorio abierto recientemente. El sector de la innovación no parece haber arrancado de la estación, o por lo menos los indicadores disponibles no permiten ver un crecimiento rápido de este sector. El sector minero energético está a todo vapor con un crecimiento de 14,3% durante todo el año 2011; si sólo miramos el último trimestre, el crecimiento fue un sorprendente 18,1%. La política colombiana de atracción de inversión para la exploración y extracción de hidrocarburos que inició la administración pasadas está dando resultados. Y los vecinos latinoamericanos nos están ayudando para ser más atractivos a la inversión extranjera; basta con recordar lo acontecido en Argentina en días recientes. Así, esta locomotora va bien, pero lastimosamente no es una locomotora que genere todos los empleos que se necesitan, especialmente en las ciudades colombianas. Esta locomotora no tiene problema y ya anda sola. Finalmente, el sector de la construcción de vivienda es la otra locomotora. El sector de la construcción está creciendo a un ritmo muy parecido al del total de la economía. En 2011 el crecimiento de la construcción fue de 5,7%; y en el tercer trimestre del año pasado el crecimiento del sector fue de un asombroso 10,7%. Pero el sector de la construcción implica no solo construcción de vivienda sino también hoteles, centros comerciales, etc. Las cifras muestran que la construcción de bodegas, hoteles y hospitales es lo que más está creciendo. Según el DANE, el número de casas culminadas en 2011 creció un 12,2%; las unidades para vivienda de interés social (VIS) crecieron en 16,7%. Ahora, para que en 2012 la tendencia continué se necesita que las obras de nuevas viviendas se inicien en 2011. Pero el área de VIS que se encontraba en proceso o que había iniciado proceso de construcción durante el último trimestre de 2011 cayó en un 7.6% y 4,7% respectivamente. Es decir, la VIS creció en 2011 pero no parece que en el 2012 la VIS aumente, pues cayó en el último trimestre de 2011 los metros cuadrados que iniciaron construcción. Es decir, esa locomotora de la construcción de vivienda y en especial la VIS no está jalonando y se está quedando. De hecho el mismo plan de desarrollo reconoce que para acelerar esta locomotora existen tres grandes retos. El primero reto es aumentar la disponibilidad del suelo para la construcción de proyectos de vivienda de interés social. Esta parece una tarea titánica para el nuevo ministro que tendrá que lograr lo que ninguna administración a logrado. Conseguir las tierras para lograr una meta de 100.000 VIS gratuitas y un total de un millón de VIS al final de este periodo. Pero los retos no parán ahí, la financiación no está clara y por otro lado la gratuidad puede causar un serio problema al programa de subsidios que está desarrollando el mismo gobierno. Si a eso se le suma que la mayoría de municipio estarán este año reconstruyendo sus planes de ordenamiento territorial (POTs), la tarea que tiene por delante el nuevo ministro está complicada. Ojalá logre poner a funcionar esa locomotora por bien del país y de las familias colombianas que se beneficiarían de las viviendas y de los desempleados. (Esta columna de opinión fue publicada en el portal de América Economía el 25 de mayo de 2012)

Los efectos Grecia y Estados Unidos (Las paradojas del dólar)

En los últimos días el dólar ha experimentado aumentos que no se veían desde hace años. Es más, el aumento del dólar no es un fenómeno colombiano únicamente, lo mismo ocurre en toda Latinoamérica y en general en el mundo. La razón para este resultado tan increíble a primera vista es sencilla. Increíble, pues la economía norteamericana no ha cambiado mucho sus fundamentales. En otras palabras, la estructura de la economía norteamericana continua siendo la misma. El crecimiento de dicha economía aun es moderado y la tasa de desempleo sigue siendo relativamente alta; y en especial el tamaño de la deuda del gobierno federal norteamericano sigue siendo grande. Mucho más grande proporcionalmente que cualquier país latinoamericano. Vale la pena recordar que el problema de Grecia está asociado a tener una deuda muy grande en proporción a su economía. Por otro lado, en momentos en que se asoma una crisis, como la de la zona Euro y en especial la de Grecia, se buscan las inversiones más seguras. Y el mercado está hablando y fuerte. El mercado cree que no obstante existen problemas en las finanzas del gobierno americano, su economía da confianza. En otras palabras, la comunidad financiera aún tiene fe en la economía americana y por lo tanto el apetito por dólares ha venido creciendo en los últimos días. Y seguirá pasando esto hasta que la confianza en esa economía y en el dólar siga viva entre los inversionistas y la situación en Grecia no se aclare. Así, es muy probable que en los próximos meses sigamos viendo aumentos del precio del dólar. Pero cuando la situación de Grecia y de la zona Euro se aclare, el precio del dólar volverá a su nivel normal. La pregunta del “millón” es ¿cuánto tardará el dólar en regresar al nivel de los 1.800 pesos por dólar. (Esta columna de opinión fue publicada el viernes 25 de mayo de 2012 en el diario el Pais de Cali)

lunes, 21 de mayo de 2012

Educación y TLC (TLC: El cuello de Botella mas grande es el sistema educativo)

En los últimos días se ha escrito mucho sobre el TLC y los “cuellos de botella” que se presentan para aprovechar el TLC con Estados Unidos al máximo. Se han mencionado, con razón, el retraso de la infraestructura vial del país. En ese frente, el gobierno ha prometido un plan de choque para mejorar la infraestructura y está en proceso de sacar a licitación y acelerar grandes proyectos viales. Si bien la tarea no se realizó a tiempo, se está corriendo para hacerla. Otros analistas han mencionado las falencias de las cadenas logísticas. De hecho, las cadenas logísticas comprenden los procesos de transporte, trasbordo, etc. necesarios para hacer llegar las mercancías de los centros de producción a los puertos y de los puertos a los centros de consumo. Un productor nacional puede tener costos de producción competitivos, pero si la cadena logística implica unos costos muy altos, dicha ventaja se puede desvanecer. El 15 de mayo, por coincidencia, cuando arrancaba nuestro TLC con Estados Unidos, el Banco Mundial reveló un estudio que evalúa el desempeño logístico de 155 países. El estudio permite clasificar los países de acuerdo al desempeño de la cadena logística. Colombia clasificó en el puesto 64, de mitad de tabla hacia arriba. Ahora bien, si consideramos nuestros vecinos latinoamericanos, encontramos que por encima de Colombia se encuentran Chile (39), Brasil (45), Argentina (49), Perú (60) y Panamá (61). Es decir, parece que en dicho índice, si bien nos podría ir mejor, no nos va tan mal como intuitivamente se esperaría. Pero si uno compara los resultados de 2012 con los estudios realizados en 2010 y 2007 por el mismo Banco Mundial, uno encuentra resultados interesantes. Colombia pasó de la posición 82 entre 150 países en 2007 a la posición 72 entre 155 en 2010, y finalmente a la 64 en 2012. Estos resultados muestran que el desempeño de la cadena logística del país ha venido mejorando. Esa tarea se está haciendo. Otro “cuello de botella” que se ha mencionado son las aduanas nacionales. En ese frente, si bien se tenían 5 años para adecuar nuestras aduanas a las demandas de los nuevos tratados de libre comercio, apenas ahora se está trabajando en la modernización de las aduanas. Por cierto, es increíble que las aduanas no estén conectadas entre si en tiempo real y que para llevar el control del cumplimiento de cuotas de importación de los diferentes TLC se estén empleando hojas electrónicas. Pero, parece que en este frente ya se tiene un proyecto y un contrato que permitirá la actualización tecnológica de las aduanas. Por otro lado, uno de los “cuellos de botella” más importante para que aprovechemos al máximo como país el TLC es el sector educativo. Pero sobre este cuello de botella no se discute mucho y no parece existir un claro norte para solucionarlo. Las pruebas estandarizadas que permiten comparar a nivel internacional el desempeño de nuestros niños en áreas como las matemáticas y ciencias naturales no deja bien parado a nuestro sistema educativo. Por ejemplo, la prueba PISA administrada por la OECD compara estudiantes de aproximadamente 15 años para diferentes países. Colombia participó en las pruebas para los años 2006, 2009 y 2011. Si bien los resultados no están disponibles aún para 2011, se encuentra que en Ciencias para 2006 Colombia se ubicó en el puesto 53 de 57 y en 2009 en el puesto 54 de 65. En el caso de matemáticas en el 2006 nuestros estudiantes quedaron en el puesto 54 y en el 2009 el puesto 58. Otra prueba que nos permite comparar nuestros estudiantes con otros países es el TIMSS administrado por la Asociación Internacional para la Evaluación de los logros educativos. Colombia ha participado en esta prueba en 2003 y 2007. En 2007, para el caso de matemáticas la prueba clasificó nuestros estudiantes de cuarto grado de 30 de 36 países comparados y para octavo grado el puesto fue de 40 entre 48. Para las pruebas de ciencias los resultados son similares. Estas cifras solo son reflejo de una situación muy delicada en la base de nuestro sistema educativo. Es innegable que para poder afirmar que el TLC fue beneficioso para los colombianos deberíamos tener más empleo, de mejor calidad y formal. Empleo que genere más ingresos para los colombianos y que permita comprar más bienes y más baratos. En ese momento podríamos decir que el TLC benefició a todos los colombianos y no solo a unos sectores. Pero para que esto ocurra, es necesario que nuestra población tenga la formación adecuada para generar nuevas oportunidades de negocio en un mundo cada vez más competitivo. Una formación que permita la fácil adaptación a nuevas realidades, una educación para la innovación, una educación para aprovechar la información disponibles en inglés en lugares como Internet, una educación de clase mundial en matemáticas y ciencias. ¡Esta tarea está es urgente! (Esta columna de opinión fue publicada en el diario el País el lunes 21 de mayo de 2012)

domingo, 6 de mayo de 2012

¿Subirá hoy el Banco de la República las tasas de interés?

Hoy se reúne la junta del Banco de la República para tomar decisiones sobre su política monetaria. Típicamente deciden si mantienen constante, suben o bajan la tasa de interés que el Baco de la República paga a los bancos para recibirles dinero. La decisión de la tasa termina en últimas, y después de un proceso que puede tardar hasta un año, afectando las demás tasa de interés. Por ejemplo, la tasa que pagamos en los prestamos hipotecarios, las tasas que pagamos en las tarjetas de crédito, la de los CDTs, etc. La tasa de interés actúa como una herramienta que ayuda a que la economía aumente o disminuya su crecimiento. Cuando las tasas de interés disminuyen, hay más incentivos para endeudarse, para comprar casas, para comprar con las tarjetas de crédito, para comprar maquinaria. Es decir, la demanda se estimula y esto puede hacer crecer la economía. Si por el contrario las tasas aumentan, esto en principio debería desestimular el endeudamiento y por tanto la demanda interna disminuirá. Básicamente la decisión de la junta depende de si sus miembros tienen suficiente evidencia para creer que la economía está creciendo más o menos de lo que debería crecer y en especial como se comporta la demanda. Si la demanda crece muy rápido, puede generar un aumento de los precios, es decir inflación. Es importante recordar que cuando explotó la crisis financiera en los Estados Unidos en 2008, las tasa del Banco de la República estaba a un nivel relativamente alto (10%). El Banrep, anticipando una posible recesión por contagio en nuestro país, bajó las tasas rápidamente llegando a niveles del 3% a finales del 2010. Esa caída en las tasas ayudó a que la economía Colombiana no se contaminara de la crisis internacional y que mantuviese su senda de crecimiento. Afortunadamente, existía espacio para bajar las tasas de interés en ese momento infortunado. Por el contrario, en los Estados Unidos, dicha tasa estaba a niveles muy bajos y no se pudo emplear esta herramienta de política económica para estimular la economía americana. Por otro lado, el consumo en Colombia creció a un gran ritmo en 2010 y 2011, lo cuál llevó a la Junta a aumentar las tasas de interés desde el primer trimestre de 2011. El aumento de la tasa ha sido lento pero sostenido, pasando de un mínimo histórico de 3% a 5,25% en febrero de este año. No obstante dicho aumento, la demanda interna ha continuado creciendo a un ritmo relativamente alto. El mes pasado, la junta decidió no subir las tasas y esperar recopilar más información sobre el desempeño de la economía Colombiana y los acontecimientos en Europa. Hoy aportas de una nueva reunión, la información disponible parece mostrar que la demanda interna no ha disminuido su ritmo de crecimiento y una crisis fiscal en Europa no parece inminente. No obstante, la situación fiscal en Europa aún no se ha solucionado y los nubarrones aún están presentes. Así las cosas parece muy probable que la junta decida subir nuevamente la tasa de interés unos 25 puntos básicos para alcanzar 5,75%. Este aumento puede tener varias explicaciones pero creo que una de las principales es la necesidad de ganar espacio para poder bajar las tasas en un futuro si se hace necesario. En otras palabras, en estos momentos la economía Colombiana aguanta una tasa de interés algo más alta. Y al tener tasas de interés altas, da espacio para poder bajar las tasas en caso de una recesión internacional con epicentro en Europa y así poder salvar la economía colombiana de un posible contagio. Es decir, es momento para buscar un “espacio” en la tasa de interés para épocas de vacas flacas en el entorno internacional. (Esta columna de opinión fue publicada en el diario el País de Cali el Lunes 30 de abril de 2012)

domingo, 15 de abril de 2012

Tareas pendientes del TLC

A estas alturas del año, parece inminente que el TLC con los estados Unidos estará funcionando a más tardar a principios del próximo año. Por fin terminará un proceso increíblemente tortuoso y lento que inició en agosto de 2003 cuando los Estados Unidos anunciaron que iniciarían conversaciones para la firma de un Tratado de Libre Comercio con Ecuador, Perú y Colombia. Pero la tarea no está terminada.
En mayo de 2004 se iniciaron las rondas de negociación. Y desde ese momento para acá ha pasado mucha agua debajo del puente. Ecuador determinó salirse de las negociaciones en noviembre de 2005. Tras discusiones y diferentes rondas de negociación, finalmente el texto del tratado fue suscritos en noviembre de 2006. Es decir, los equipos de negociación de las partes se pusieron de acuerdo a finales de 2006. En ese momento, en principio Colombia y Estados Unidos se pusieron de acuerdo en los términos del tratado.
Normalmente, lo que ocurre después de ponerse de acuerdo es que los respectivos Congresos ratifican los tratados y se pasa a realizar las adecuaciones locales que se necesiten para poner en funcionamiento el trato. Es decir, la negociación termina en antes de la llegada del documento a los Congresos. Y los Congresos ratifican o desaprueban el tratado. Pero en nuestro caso, la situación fue diferente.
En Colombia, el texto del tratado fue aprobado rápidamente por la Cámara de Representantes y posteriormente por el Senado (Junio de 2007). Desde ese momento, tenemos en Colombia la Ley 1143 del 4 de julio de 2007, que corresponde al TLC. Hace ya casi 5 años.
Ahora, el caso de Estados Unidos fue otro cuento totalmente diferente. No obstante los “ruegos” de la administración pasada, el Congreso de Estados Unidos dejó en remojo esta aprobación. Pasaron otros TLC por encima del nuestro por ese Congreso. De hecho antes de iniciar las conversaciones con los países andinos, Estados Unidos contaba con 6 convenios antes de iniciar las negociaciones con Colombia. Hoy Estados Unidos cuenta con 18 tratados de libre comercio funcionando.
Finalmente, en octubre de 2011, tras una renegociación, el Congreso de los Estados Unidos aprobó el tratado. En la última semana, con la aprobación de la Ley para implementación del TLC, parecería que cumplimos con los compromisos adquiridos en las dos instancias de negociaciones previas.
Pero ésta parte de la tarea aún no está terminada. Aún faltan decretos asociados con la actualización aduanera, normas de origen, compras públicas y acceso a mercados, comercio transfronterizo de servicios, entre otros. Es decir, estamos corriendo para cumplir estas tareas que podíamos adelantar y hacer con calma. Había suficiente tiempo.

En otras palabras, el gobierno se está poniendo al día en la legislación. Por otro lado, hay una parte de la tarea de poner a punto el país para el TLC que está a medias y hemos perdido tiempo valioso para hacer esta parte de la tarea. Esa parte era la que el gobierno Uribe llamó la agenda interna. Es decir, la infraestructura, la adecuación del sector agrícola quedo en veremos y perdimos el tiempo que nos dió el congreso americano para hacer la tarea.
No dudo que con el TLC habrán sectores ganadores y perdedores. De hecho, los pocos estudios que existen muestran que en el balance el país ganará. Lo preocupante de no cumplir con la agenda interna es que, si bien teníamos tiempo para poner nuestra infraestructura a punto no lo hicimos. Y esa oportunidad que nos dio el congreso de los Estados Unidos, al darnos más tiempo de lo normal, se perdió.

(Una versión de esta columna de opinión fue publicada en el diario El País de Cali el domingo 15 de abril de 2012, página A12)