lunes, 14 de enero de 2013

Inflación del 2012: Mantiene credibilidad del Banco de la República.

La inflación del 2012 de 2.44% es la segunda más baja de este siglo siguiendo al 2% observado observad0 en 2002. Este resultado se ajustó a la meta que estableció el Banco de la República para dicho año (banda entre el 3.5% y 4.5%). Esta inflación baja se le puede abonar a diversa causas, como por ejemplo la relativa baja tasa de cambio, la caída del precio del petróleo, la desaceleración de las economías emergentes, la crisis europea, una economía norteamericana conuna recuperación incipiente y la política monetaria del Banco de la República. En especial es importante destacar la política monetaria del Banco de la República, que por lo menos en términos de inflación está cumpliendo su meta. Por tres años seguidos la inflación ha estado en el rango sugerido por el emisor Es importante recordar que el banco empezó a figar rangos como metas de inflación desde el año 2002. Es decir hace 10 años. De esos 11 años, 6 veces se ha cumplido el rango y 5 no. En 2001 el emisor fijó una meta para 2002 entre 5.0% y 6.0%. Pero no se cumplió la inflación fue de 0.99 puntos porcentuales por encima de la meta. En 2003 la meta se mantuvo y no se cumplió, esta vez por 0.49 puntos porcentuales por arriba. Tras dos años continuos de no cumplir la meta, en 2004 la meta se mantuvo y se cumplió por primera vez (5.5%). Para 2005, el rango meta se disminuyó pasando entre 4.5% y 5.5%. Dicha meta se cumplió en 2005 (inlfación de 4.85%). Así, el Banrep decidió disminuir de nuevo el rango meta situandose entre 4.0% y 5.0%. Meta que se cumplió en 2006 (inflación de 4.48%). En otras palabras, tres años seguidos de aciertos en la meta. Pero ahí paró la racha de aciertos. El cumplimiento de la meta de 2006 llevo al Banco a reducir la banda meta para 2007 entre 3.5% y 4.5%, pero la inflación en 2007 se ubicó 1,2 puntos porcentuales por encima del rango de inflación. Para 2009, la meta se mantuvo y la inflación se encontró 3.17 puntos porcentuales por encima de la banda. En noviembre de 2008 el Emisor fijó la meta para el 2009 entre 4,5% y 5,5%. Esta meta fue fijada tras reconocer que no se cumpliría la meta. La inflación de 2009 fue de 2%, por fuera del rango. Es decir, ahora tres años de desaciertos. Desde finales de 2009, el Banrep estableció que para 2010 el rango meta para la inflación sería una banda más baja entre el 3.5% y 4.5% . En dicho año, la inflación fue de 3.17%. El rango meta se mantuvo para 2011 y 2012. En 2011,la inflación fue de 3.73, cumpliendose de nuevo la meta. Y el año pasado se cumplió de nuevo. Es decir otros tres años de cumplir las metas. Aparte de la curiosa coincidencia de tener rachas de tres años de aciertos seguidos por tres de desaciertos y tres de uevos aciertos, es importante resaltar que el cumplimiento de la meta de inflación en 2012 hace que se mantenga la credibilidad de las metas fijadas por el Banco para 2013 entre 2.0% y 4.0%. Ese es un activo invaluable para el país. Cuando la meta de inflación es creíble, ésta sirve como guía para la formación de expectativas de los ciudadanos colombianos; pero si ésta no es creíble la meta no se tomará en cuenta por parte de los empresarios al momento de fijar precios, ni por los asalariados al momento de renegociar sus contratos. Es importante tener en cuenta, que la meta de inflación es un ejercicio de pronosticar el comportamiento futuro de los precios, los cuales dependen de innumerables factores. La inflación no se puede determinar por decreto. Si las proyecciones no se cumplen (o se alejan mucho de la realidad), la siguiente proyección pierde credibilidad y el público en general no emplea esa información para tomar decisiones. Por otro lado, si las proyecciones se acercan a la realidad de manera sistemática, éstas terminan siendo creíbles y por tanto una fuente de información importante para la toma de decisiones. No obstante el dato de inflación es una buena noticia, la mejor noticia para el país es la consolidación de la credibilidad del emisor. Esta credibilidad es tal vez de los activos más importantes del país y de las mejores cartas de presentación en el exterior frente a inversionistas. Lograr una de las inflaciones más baja en la historia del país, al mismo tiempo que el PIB crece a un ritmo razonable, es una muestra más de la gran estabilidad de la economía colombiana. Sin duda esa es la noticia más importante con miras a enfrentar un 2013 con un panorama internacional bastante nublado. (Esta columna de opinión fue publicada en el diario EL PAIS de Cali el 14 de enero de 2013)

2013, un año para aumentar el empleo (en Cali)

Es innegable que las economías locales y nacionales cada vez se encuentran más interconectadas. La globalización ha implicado que lo que ocurre en Cali esté relacionado cada vez más con el ambiente de negocios del mundo. Si bien el 2012 fue un año malo para los países en desarrollo, la economía colombiana presentó un crecimiento aún positivo, pero menor al esperado. Nuestra economía se desaceleró, perdió el impulso que traía. Ahora bien este resultado no es tan malo si se mira el contexto internacional. Recordemos que el 2012 se caracterizó por ser un año de mucha incertidumbre en la economía mundial. Por ejemplo, en Europa durante buena parte del 2012 no era claro lo que iba a ocurrir en los siguientes dos meses. El año inició con una gran incertidumbre sobre el Euro; en especial una buena parte de los analistas apostaban por el abandonó de Grecia de dicha unión monetaria. A mediados del año, las elecciones en Francia y Grecia ayudaron a aumentar el clima de incertidumbre así como la indecisión de las autoridades para comprometerse con un paquete que resuelva el problema estructural de las finanzas públicas de la mayoría de países europeos. Si bien el 2012 terminó con resultados económicos menos malos de los que se esperaban a inicio de dicho año, el 2013 parece ser un año igual de incierto. Lo único claro es que dicha economía no levantará cabeza en el corto plazo. Por otro lado, Estados Unidos terminó el año agregando una fuerte dosis de incertidumbre a la economía mundial con el denominado abismo fiscal. El fiasco político en el Congreso estadounidense implicó aplazar la incertidumbre sobre lo que pasará con dicho país para febrero y marzo. Así, el panorama de la economía norteamericana para 2013 no parece despejar y lo único claro es que 2013 no será un año en que la economía norteamericana dejará atrás la crisis financiera de 2008. En este ambiente, no se espera que la economía la colombiana tenga un crecimiento extraordinariamente alto, y si mantenemos el crecimiento del 2012 nos debemos dar por bien servidos. Pero más allá de las cifras macroeconómicas de la economía colombiana para el 2013, en Cali existe un par de luces que podrían significar un año relativamente bueno. Recordemos que el 2012, se caracterizó por un año en que la tendencia de la tasa de desempleo cambio en la ciudad de Cali. Tras un 2011 en el que la tasa desempleo era sistemáticamente menor a las de 2010 a nivel nacional, en Cali y su área metropolitana observamos como nuestra tasa de desempleo mes tras mes era más alta que el mismo mes de 2010. Es decir, la tasa de desempleo en Colombia caí y en Cali subía. Ahora, en 2012, dicha tendencia se quebró y durante todos los meses la tasa de desempleo empezó a caer frente a lo observado en 2011. Es decir, por fin empezábamos a ver los efectos de la economía nacional creciendo. Así, según las cifras del DANE de su encuesta continua de hogares, en promedio entre septiembre y noviembre de 2012 se generaron 23 mil nuevos empleos en Cali y su área metropolitana, frente al mismo periodo de 2011. Y la mitad de estos nuevos empleos fueron en la industria. De esta manera, el empleo en la industria creció un 6,2% en Cali y su área metropolitana, mientras que a nivel nacional los ocupados en la industria cayeron un 19%. Es así como parece existir un despegue en la generación de empleo en la industria de la región. Esta es una buena noticia para los nuestra región. Por otro lado, a octubre pasado, las licencias de construcción en Cali habían crecido un 41,2% con respecto al mismo mes de 2011. Si esas licencias se materializan en la construcción de proyectos de vivienda en 2013, eso significará una fuente más de empleo para la ciudad. Por eso las perspectivas para la generación de nuevos puestos de trabajo en Cali para el 2013 parecen mucho mejores que lo que estábamos observando hace un año. Si a esta tendencia le unimos los posibles efectos de generación de empleo de la reforma tributaria que eliminó los impuestos a la nómina, entonces tenemos una buena perspectiva para continuar disminuyendo la tasa de desempleo en Cali. Esta es una buena noticia para la ciudad en un año en el que el ambiente internacional parece muy hostil. (Esta columna de opinión fue publicada en el diario El Pais de Cali el 13 de enero de 2013)

sábado, 12 de enero de 2013

Parqueaderos subterráneos: Una opción para atraer la inversión privada. (Opción a privados)

La participación privada en la construcción y operación de obras de infraestructura es una de las herramientas con que cuenta el sector público para hacer inversiones cuando los recursos no alcanzan. De hecho en Colombia existen varios casos exitosos de construcción de infraestructura por parte de privados que históricamente hacía el sector público; por ejemplo: la segunda pista del Aeropuerto el Dorado, nuestros puertos o la malla vial del Valle. Para que la participación privada en la construcción con recursos propios en la construcción de obras de infraestructura sea exitosa tanto para los ciudadanos como para el privado se requieren dos ingredientes. El privado requiere una garantía de que los ingresos permitirán recuperar la inversión y generar una ganancia “razonable”. Y los ciudadanos requerimos que las tarifas para hacer uso de la infraestructura sea razonable. Este balance no es una tarea fácil y típicamente se trata de resolver estructurando un contrato de concesión. Contrato que implica que el privado pone los recursos necesarios para realizar la obra de infraestructura, la opera y la devuelve al final de la concesión; y el sector público asegura que la demanda se dé y que las tarifas no sean excesivas. La construcción de parqueaderos subterráneos por parte privados bajo la modalidad de concesión pueden ser una buena oportunidad para emplear esta figura en Cali. Pero no será fácil atraer a los privados. Por ejemplo, fuera de toda la filigrana financiera y de ingeniería de unos proyectos como estos, tal vez el aspecto más importante será convencer al privado que la administración actual y las que vienen tendrán la disposición política para asegurar que los ciudadanos tengan que emplear los parqueaderos subterráneos y que las calles no sigan siendo empleados como parqueaderos. Hemos observado como esta administración tiene dicha disposición política, pero también hemos visto como muchísimas administraciones han decidido no darse la “pela” de hacer respetar el uso del espacio público. Esto implicaría un gran cambio cultural en nuestra ciudad y una verdadera política de ciudad al respecto. Ojalá se dé. (Esta columna de opinión fue publicada en el diario El País de cali el 12 de enero de 2013)

lunes, 7 de enero de 2013

Año de retos para Cali

La competitividad de una ciudad depende de muchos factores. Por ejemplo, depende de su infraestructura, de sus servicios públicos, de la movilidad de sus ciudadanos, del acceso a los puertos y de la calidad y calificación de su recurso humano, entre muchos otros aspectos. Pero tal vez uno de los aspectos más importantes para la competitividad de una ciudad es su clima de negocios y en especial en la capacidad de atraer nuevas inversiones a la ciudad y de retener las existentes. Se puede discutir mucho sobre el tipo de ciudad que queremos que Cali sea, pero creo que en algo que todos los caleños podemos estar de acuerdo, es la necesidad de tener una ciudad que genere empleo suficiente y de buena calidad. En estos momentos ésto implica necesariamente tener una ciudad que esté articulada con la economía globalizada y que es atractiva a nivel global. Estamos literalmente compitiendo con todo el mundo. Tampoco es un misterio que nuestra ciudad había experimentó una perdida de competitividad durante la década del 90 y la primera década de este siglo. Por ejemplo, el Banco Mundial ha publicado en dos oportunidades un ranking del clima de negocios por ciudades (“Doing Business Report”). En el 2008 cuando sólo se consideraron 13 ciudades colombianas, Cali se ubicaba en el puesto 4. En 2010, de 21 ciudades comparadas para Colombia, el índice que clasifica la facilidad para hacer negocios la colocó en la posición 20. Esas estadísticas no hacen otra cosa sino hacer visible la dificultad relativa que experimentaban los empresarios caleños. Naturalmente estas realidades se reflejan en la creación de empleo formal y en las altas tasas de desempleo que se presentaban en nuestra ciudad. En otras palabras, nuestra ciudad no era lo suficientemente atractiva para atraer inversión y nuevos negocios que generen empleo de calidad. Desde 2008, la tasa de desempleo en nuestra ciudad ha sido una de las mas altas del país. Es más, durante 2010 y 2011, la tasa de desempleo había venido cayendo consistentemente en la mayoría de ciudades del país, pero Cali era la excepción. Sólo a mediados del 2012, empezamos a observar una disminución en la tasa de desempleo en Cali. Y terminamos el 2012 en Cali con una tasa de desempleo en disminución. Sin embargo, nuestra tasa de desempleo era en Noviembre de 2012 la quinta más alta del país, superada únicamente por ciudades como Popayán, Armenia, Quibdó y Pereira. El 2013, será definitivamente un año en el que la ciudad de Cali necesita consolidar la tendencia en su tasa de desempleo. Y esa tarea no es fácil, pues parece que la economía colombiana experimentará una desaceleración fruto del ambiente internacional turbulento. Para continuar con dicha tendencia y revertir lo ocurrido en las décadas pasadas, los caleños tenemos un gran reto. Como ciudad necesitamos seguir modernizando nuestra infraestructura, avanzar en la construcción de las Megaobras, fortalecer la educación en todos los niveles, fortalecer la formación en bilingüismo en todos los niveles y mejorar el clima de negocios. De hecho, los tratados de libre comercio que a firmado Colombia con números países y en especial con Estados Unidos abren un abanico de oportunidades a ciudades relativamente cercanas al mar. Cali tiene una gran oportunidad de convertirse en la puerta hacia el Pacífico. El centro de innovación, de negocios y financiero que permita aprovechar la puerta al pacífico. Eso solo lo lograremos con mejor infraestructura y en especial con caleños educados para asumir los nuevos retos de un mundo cada vez más globalizado e interconectado. El reto es grande, pues la verdad no estamos arrancando de una buena posición; pero hemos cogido impulso en los últimos años y el reto del 2013 es continuar con dicho impulso. (Esta columna de opinión fue publicada en el diario el País de Cali el 5 de enero de 2013)